#ElPerúQueQueremos

Sharing spree

Publicado: 2013-02-24

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

ESCUELA DE IDIOMAS  MODERNOS

Rasgos ideológicos en el discurso feminista radical de Germaine Greer

Una lectura comparativa de La mujer eunuco (1970) y La mujer completa (1999)

(Trabajo de grado)

Rebeca Blackwell Martínez

Caracas, junio 2007

ÍNDICE

Introducción                                                                                                              3

Capítulo I – Descripción y análisis

Las ideologías según van Dijk

Metodología para el análisis

Capítulo II – Identidad de Grupo

El feminismo radical de Germaine Greer

Estructura de las ideologías

Capítulo III – Estructuras del discurso

Estructuras esquemáticas

Estructuras retóricas

Análisis léxico

Más allá del “principio de identidad”

Bibliografía

Resumen

La presente investigación es un análisis crítico sobre la carga ideológica en el discurso feminista de la autora australiana Germaine Greer, específicamente en dos de sus libros, La mujer eunuco (1970) y La mujer completa (1999). El estudio está basado en la teoría para el análisis de las ideologías propuesta por el analista del discurso Teun van Dijk en una publicación de 1999 titulada Ideología: una aproximación multidisciplinaria. En dicho libro, van Dijk plantea que las estrategias de persuasión o manipulación del discurso dominante son muy similares a las de los discursos de resistencia, como lo son el discurso feminista o el anti-racista, entre otros. De allí que quisiéramos aplicar su herramienta teórica por medio del análisis de los dos libros más representativos de la obra de Germaine Greer, protagonista y portavoz de gran relevancia dentro del movimiento feminista desde los años setenta. Nuestro interés principal es precisar detalles sobre la identidad ideológica de la autora como portavoz del movimiento feminista. Hacemos también un estudio de las estructuras esquemáticas de ambos libros, es decir, de su organización global temática; llevamos a cabo un análisis léxico desde el punto de vista del significado –donde consideramos las implicaciones de la selección del léxico– y también observamos algunas de las estructuras retóricas presentes en ellos. Quisimos así lograr la aproximación más objetiva posible a los textos poder redactar un ensayo crítico sobre su forma y contenido. Nos valemos pues de los resultados de estos ejercicios de análisis conducidos por la teoría de van Dijk como base para construir nuestro marco de opinión para dicho ensayo, el cual es el texto de cierre de esta investigación.

PALABRAS CLAVE: discurso, ideología, resistencia, feminismo, Germaine Greer

INTRODUCCIÓN

"Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer"

(Flora Tristán, 1843)

Por definición, el discurso feminista tiene forma de crítica social, pero también comparte rasgos con el discurso político, pues se traza metas sociales y debate con fuerza su legitimidad en búsqueda de la aprobación dentro del pensamiento colectivo. La similitud entre estos dos tipos de discurso se debe a que los orígenes del movimiento feminista en Occidente tuvo lugar durante la revolución francesa, como parte de las propuestas de reforma que se suscitaron en tan importante coyuntura histórica. Recibió posteriormente apoyo del movimiento para la abolición de la esclavitud y se consolidó como movimiento organizado con el trabajo de las sufragistas quienes precisamente luchaban por el derecho al voto. Parte importante del objetivo de todo movimiento político es la transmisión o reforzamiento de las ideas, en pro del movimiento, que se espera sean compartidas por todos los miembros del grupo (veremos con claridad en el marco teórico que un conjunto de esta categoría de ideas es considerado como Ideología). Para esta investigación escogimos el trabajo de Germaine Greer, por ser ella un hito del movimiento feminista desde los años 70 cuando publicó La mujer eunuco, su obra más célebre. Por medio de la aplicación de la teoría de análisis crítico del discurso basada en la transmisión de la ideología y postulada por Teun van Dijk (1999), acumulamos resultados que nos permitieron crear el marco de opinión fundamental para la redacción de un ensayo de opinión sobre los dos libros seleccionados de esta autora feminista, La mujer eunuco (1970) y La mujer completa (1999). El trabajo está dividido en cinco partes:

1. La primera parte contiene la exposición en detalle de la teoría que utilizamos a lo largo del análisis así como de la metodología que hemos diseñado para llevarlo a cabo y así alcanzar los objetivos que nos hemos trazado con la investigación.

2. En la segunda parte se lleva a cabo el análisis de los dos textos de Greer (1970,1999) con base en la teoría de Teun van Dijk (1999). Esta sección se divide en dos partes. La primera consta de un análisis sobre la posición de Greer dentro del movimiento feminista. Para ellos nos apoyamos en otros textos de teoría feminista y del campo de la filosofía que nos ayudaron a ubicar la identidad ideológica de la autora. La segunda parte de esta sección se basa en la búsqueda dentro del discurso de Germaine Greer de las categorías que establece van Dijk (1999) como componentes de esenciales de toda ideología. Estas categorías son: “pertenencia”, “actividades”, “objetivos”, “valores”, “posición” y “recursos” (p.96 y p.197).

3. Seguidamente, estudiamos las estructuras esquemáticas de los dos libros para analizar los criterios según los cuales Greer jerarquizó la información.

4. Por medio de una selección de ejemplos que consideramos representativos de la totalidad de los textos, hacemos dos tipos de análisis breves: uno de la selección léxical; uno de las estructuras retóricas.

5. La cuarta y última parte de esta investigación consta de un ensayo crítico libre sobre las obras estudiadas de la autora, basado en los resultados arrojados por la aplicación a los textos de la teoría sobre la ideología (van Dijk, 1999).

Teun A. van Dijk, en su libro Ideología (1999) define el discurso como una forma de acción e interacción social, que ocurre en contextos sociales determinados. Los actores del discurso no sólo hablan/escriben u oyen/leen, sino que se definen por medio de acciones como miembros de grupos y culturas específicas. Al definir el concepto de ideología, van Dijk aclara que su trabajo no contempla la concepción tradicional que les dieran Marx y Engels, para quienes las ideologías eran las ideas dominantes determinadas por el sector económico de la sociedad, o sea, la clase gobernante, sino que más bien se basa en un concepto de ellas que las define como "sistemas políticos o sociales de ideas, valores o preceptos de grupos u otras colectividades" con "la función de organizar o legitimar las acciones del grupo". Visto de este modo, las ideologías pueden pertenecer a cualquier movimiento social sea este dominante o dominado. De hecho el autor aclara que en cualquiera de los dos casos, su manifestación estructural puede ser la misma y su búsqueda siempre estará en torno al poder, ya sea por conservarlo, por obtenerlo o por liberarse de la dominación de otros. El autor se interesa particularmente por observar la forma en que la ideología transforma el texto, así como la forma en la que el texto moldea, transforma y transmite una ideología (pp.13-28).

Debido a esta nueva visión de las ideologías, consideramos que su modelo teórico para el análisis crítico del discurso es la herramienta apropiada para precisar la existencia de marcas e incluso de patrones de intención de “reproducción de ideologías” (van Dijk. 1999:287) que creemos detectar en los textos de Greer y que a su vez identificamos como factor determinante en el desarrollo del estilo recurrentemente utilizado por la autora.

T. van  Dijk define a la ideología como el resultado de un proceso triádico y traza el siguiente esquema:

COGNICIÓN

SOCIEDAD                DISCURSO

Para van Dijk (1999) la cognición social es el conocimiento colectivo (ejemplos de ello son el habla, las señales de tránsito internacionales, la existencia de la maternidad). La sociedad es el colectivo en sí, conformada por individuos; y el discurso, por su parte, es el medio transmisor de las ideas colectivas o individuales. Este triángulo es para el autor el marco teórico general de su enfoque, del cual surgen y se transmiten las ideologías. Es decir que éstas son entonces el resultado de funciones mentales, organización interna y jerarquía dentro de la cognición social; pero son también sociales, no únicamente cognitivas; y cobran forma y se transmiten por medio del lenguaje (pp. 9-12). Usamos este enfoque para guiar el análisis comparativo de dos libros de teoría feminista escritos por Germaine Greer titulados La mujer eunuco y La mujer completa publicados en 1970 y 1999 respectivamente, pues de ese modo podemos aproximarnos a la estructura cognitiva del discurso feminista, a su ubicación social y a su empleo del lenguaje.

El análisis del discurso es un área de estudio interdisciplinaria con componentes provenientes de diversas ciencias sociales además de la lingüística, como lo son la psicología, la sociología y la antropología entre otras. De igual manera, el pensamiento feminista funda sus bases con elementos provenientes de diversos campos del conocimiento, como la antropología y la psicología, la sociología, la política, la historia y ese híbrido llamado los estudios culturales. Esta calidad interdisciplinaria que comparten ambas áreas de estudios hace que aplicar el análisis del discurso al discurso feminista inevitablemente genere correspondencias favorables para la fluidez de nuestra investigación.

Germaine Greer marcó un hito en la historia mundial del feminismo al publicar el libro The Female Eunuch (La mujer eunuco) en 1970. Los estudios culturales cobraban fuerza en esos años en el ámbito académico de universidades británicas y estadounidenses, y el texto de Greer fue incluido en numerosas cátedras sobre la problemática de la mujer, lo que hizo de él una pieza clave en el estudio del feminismo. Una treintena de años y media docena de libros publicados hicieron que evolucionara la visión de mundo de la autora, quien en 1999 publicó The Whole Woman (La mujer completa).

Muy específicamente nos interesa saber cuál es la posición de la autora dentro del movimiento feminista. Cuáles son los pilares de postura ideológica. Cómo estructura su discurso, cómo hila sus ideas y por qué. A su vez, el estudio léxico resalta los cambios de registro de habla que indican, por ejemplo, una intención de persuasión o quizás incluso de manipulación por medio del efectismo. Lo mismo sucede con la observación de las estructuras retóricas presentes en estos textos. Teun van Dijk (1999) expresa que este tipo de manifestaciones lingüísticas puede significar la presencia de marcas de ideología en un discurso dado, pues en ellas en ocasiones se puede reconocer el impacto de una ideología sobre una manifestación comunicativa (pp. 253-265). Queremos precisar detalles del estilo narrativo de la autora, de sus sistemas para atraer el lector: las aparentes contradicciones, el uso de la ironía, que en ocasiones alcanza el sarcasmo, el uso efectista del lenguaje, con la estructura o algún otro rasgo de su texto. Observamos en su trabajo lenguaje y contenidos agresivos y queremos entender por qué un discurso que en teoría busca adhesión a ideas de reformulación social, por llamarlo de algún modo, pareciera más bien tratar de limitar la diversidad de sus lectores o si por el contrario es justamente así como aumenta su popularidad. Podríamos entender entonces en qué dirección apunta el discurso, si es que va al interior de su grupo social o si persigue un impacto fuera de él. Nos intriga este punto debido a que con frecuencia los textos feministas causan esta impresión de aislamiento, y por consiguiente la crítica en torno a ellos es por lo general muy negativa (tema que trataremos en el ensayo final). Si las ideologías son herramientas utilizadas tanto por los grupos que persiguen la dominación social como por aquellos que se resisten a ella (pp. 90-105), el hecho de limitar sus textos a un discurso intergrupal (pp. 152-161) ¿no significaría cuartar las posibilidades de obtener las vindicaciones sociales que el mismo grupo persigue? o ¿será, por el contrario, el interior del grupo el espacio esencial para la difusión de su ideología?.

Nacida en Australia, Germain Greer es una escritora investigadora, principalmente ensayista, quien vive y trabaja en Inglaterra, adonde se mudó para cursar un doctorado luego de culminar su maestría en Melbourne. Es profesora de letras y de literatura comparada en la Universidad de Warwick. También ha incursionado en el medio audiovisual y de teatro, siempre con una propuesta netamente feminista. Es autora de varios libros de crítica literaria y de arte, así como de más de media docena de libros de ensayo en torno a la temática del feminismo. Entre sus publicaciones más importantes de este tipo destacan los siguientes libros que nombraremos con sus títulos originales: The Female Eunuch (1970), The Obstacle Race (1979), Sex and Destiny (1984), Shakespeare (1986), The Madwoman's Underclothes (1987), Daddy, We Hardly Knew You (1990), The Change (1992), The Whole Woman (1999), One Hundred Poems by Women (2001), Shakespeare: A Very Short Introduction (2002), The Boy (2003), Libraries (2003), Whitefella Jump Up: The Shortest Way To Nationhood (2004) Shakespeare’s Whife[1] (2007) (Este último fue publicado en septiembre de 2007, hace menos de un mes.)

Su más famosa publicación es, sin duda, La mujer eunuco (1970). Sin embargo, La mujer completa (1999), libro que la autora publicara para ofrecer una suerte de respuesta o quizás continuidad al primero, no obtuvo la misma atención que obtuviera el primero. Greer forma parte de una generación de escritoras feministas que incluye una nutrida lista de nombres como lo son Kate Millet, Betty Friedan, Gloria Stein, Andrea Dworkin y Susan Suntag, entre otras.

Pese a la fama internacional de Germain Greer, sobre todo en el ámbito académico de universidades de países angloparlantes, de acuerdo a nuestra búsqueda, no existe en Venezuela registro alguno de estudios académicos hechos sobre su trabajo, y el acceso a los estudios realizados en el extranjero, en el plano académico, se limita a fragmentos cortos publicados en Internet. Abundan, sin embargo, las críticas periodísticas escritas sobre sus libros, expuestas en publicaciones periódicas y de fácil acceso en la Internet. No obstante, no hemos hallado trabajos publicados que analicen su obra desde un punto de vista científico y menos aún desde la perspectiva específica del análisis del discurso. Existe un libro llamado The Untamed Shrew, escrito por Christine Wallace en 1998, que no es otra cosa que una biografía no autorizada de Germaine Greer (el título hace alusión a los estudios de Greer sobre el trabajo de Shakespeare) pero para nuestros propósitos, esta publicación no aporta mayores datos e incluso dudamos de la veracidad de sus datos, puesto que Greer se negó a colaborar con su biógrafa y el resultado final es un libro que se aproxima más a una crónica de farándula que al análisis serio de la vida y obra de una importante autora contemporánea.

Como último recurso, decidimos revisar trabajos que en Venezuela se han realizado en el área del análisis del discurso feminista, especialmente aquellos que asumen este tipo de discurso como una categoría más dentro del discurso político; y estudiamos también la existencia de algunos trabajos de este mismo tipo pero realizados en el exterior.

El resultado depurado de esta difícil pesquisa (revisamos una bibliografía mayor a trescientos títulos) es el siguiente: en Venezuela hallamos dos trabajos que consideramos relevantes como antecedentes para nuestra investigación. El primero, de Márgara Russotto, Bárbaras e ilustradas. Las máscaras del género en la periferia moderna, editado en Caracas, en 1997, por Trópicos, cuyo enfoque es más bien literario, pero aún inscrito dentro de los estudios críticos del lenguaje. El segundo, de Carolina Coddetta, Mujer y participación política en Venezuela, Edición x Demanda, Caracas (2001) es un trabajo cuyo enfoque no es lingüístico ni literario, pero sí habla de las dificultades de inserción de las mujeres en el sistema político nacional y en consecuencia asoma un discurso abiertamente político y feminista a la vez, que nos sirvieron para profundizar nuestra comprensión del discurso feminista en general.

Entre los trabajos realizados en el exterior sí conseguimos, por medio de Internet, investigaciones un poco más cercanas a la nuestra, aunque ninguno sobre Germain Greer. Muestra de éstas son:

1. Barret, Michelle. "Palabras y cosas: materialismo y método en el análisis feminista contemporáneo", La Ventana, Nº 4, Guadalajara (1996)

2. Canning, Kathleen. "Feminist History after the Linguistic Turn: Historicizing Discourse and Experience", Signs, V. 19, pp. 370-371, Nº 2, New York (1994)

3. Castellanos, Gabriela. "Introducción. Género, discursos sociales y discursos científicos", en: Castellanos, Gabriela; Accorsi, Simone y Velasco, Gloria. Discurso, género y mujer, Universidad del Valle, Cali (1994)

4. Gómez, Lucía. Subjetivación y Feminismo: Análisis de un manifiesto político. Departamento de Psicología Social Facultad de Psicología Universidad de Valencia (no especifica fecha de publicación) (http://antalya.uab.es/athenea/num5/gomez.pdf )

5. Vidal Jiménez, Rafael. Discurso feminista y temporalidad: La descomposición postmoderna de las identidades de género. Comunicación presentada en el IX Simposio Internacional de la Asociación Andaluza de Semiótica, “Mujer, creación y comunicación”, Sevilla, 13-15 de diciembre de 2000

Sin embargo, a la mayoría de trabajos sólo hemos tenido acceso parcial, pues sólo el de Vidal está publicado en su totalidad en la Internet, ni existen copias de ellos en Venezuela. Aún así, fueron todos, y principalmente los de Gómez y de Vidal, de gran utilidad durante el proceso inicial de delimitación de nuestra investigación.

En resumen, nuestro objetivo general es observar los códigos o marcas discursivas de la ideología en el discurso feminista de Germaine Greer (1970,1999), con el fin ulterior de elaborar un ensayo crítico sobre sus dos libros más relevantes. La recopilación los datos necesarios para la redacción de dicho ensayo la hemos hecho por medio de en un estudio sistemático basado en la ya mencionada teoría sobre la ideología de Teun van Dijk. Así esperamos despojar nuestra interpretación, en la medida de lo posible, de la mayor cantidad de opiniones subjetivas.

Abordamos un tema como éste, pues el manejo del lenguaje y del código cultural en textos contemporáneos sobre temas controversiales es de gran interés para los estudiantes de lenguas extranjeras. El dominio de una lengua incluye la capacidad de decodificar mensajes cuyos referentes son extralingüísticos, y la capacidad de descifrar y comprender las variaciones sutiles de significado que la retórica le imprime al discurso.

En este sentido, hemos seleccionamos a Germain Greer por dos razones, en primer lugar, porque la autora trabaja temas de gran controversia y complejidad, y en segundo lugar, porque su estilo narrativo es tan ameno que podemos llegar a olvidar su contenido en virtud de su forma, lo que consideramos puede ser señal de una alta eficacia persuasiva. Esta fluidez hace de sus textos "lecturas fáciles" en un primer nivel, pero muy difíciles de comprender en un plano sub-textual.

Textos como éstos representan, para estudiantes de la cátedra de cultura de los últimos años de la carrera de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela, una enriquecedora fuente de debate, tanto en su plano lingüístico como en el nivel semántico y eso, por definición, los hace apropiados como copus para trabajos de grado de la misma carrera.

Por otra parte, la riqueza en recorridos sémicos, la impecable organización temática y la propia intencionalidad del discurso de los libros de Germaine Greer son elementos que facilitan la aplicación (dentro del área de los estudios del discurso) de la teoría sobre ideologías de Teun van Dijk (1999).

MARCO TEÓRICO

Históricamente, la definición de ideología ha pasado por varias etapas, desde el concepto de Destutu de Tracy, en el siglo XVIII, quien propuso el término para definir a una "ciencia de las ideas" (cuyo equivalente actual sólo podría ser hallado si tomamos por 'ideología' a la filosofía o a la psicología) hasta la noción peyorativa del término dada por el pensamiento marxista, el cual la identificaba como un conjunto o 'sistema de creencias erróneas'.

Del debate clásico sobre las ideologías, van Dijk (1999) observa los siguientes preceptos: 1. que se constituyen de creencias falsas; 2. que son engañosas y sirven para esconder verdaderas intenciones o posiciones; 3. que son las ideas o creencias del otro, jamás las propias y 4. que sólo buscan servir a los intereses propios de quienes las poseen y por consiguiente están asociadas con las nociones de poder y dominación.

Sin embargo, la definición que les da en su estudio actual es que las ideologías no son otra cosa que conjuntos de ideas y creencias. Por consiguiente, las ideologías pertenecen al campo simbólico del pensamiento, legitiman o se oponen al poder y simbolizan problemas sociales y contradicciones (van Dijk. 1999:13-28); y pese a que el aspecto cognitivo de las ideologías es el interés principal de la propuesta teórica de van Dijk, su enfoque principal es el análisis del discurso y no el análisis psicológico, político o sociológico. Así, la complejidad del concepto de ideología es reducida para poder centrar el trabajo en la relación texto-ideología o, discurso-cognición, si quiere, pero sin ahondar en dimensión social, la cual tendrá un valor estrictamente referencial (van Dijk. 1999: 10).

Dado que las definiciones de discurso son muchas y muy variadas según las diversas disciplinas que lo estudian, para poder delimitar nuestro análisis del discurso de los textos de Germaine Greer, tomaremos el punto de vista lingüístico que considera al discurso como una forma de interacción contextualmente situada. Lo definiremos entonces como una forma de lenguaje escrito u oral que tiene lugar dentro de un contexto social, cultural o político y que además busca causar algún efecto en el otro.

Somos, existimos y nos relacionamos a partir del lenguaje. Es él el que nos permite tener la primera organización del mundo. A partir de allí somos capaces de diferenciar los objetos, reconocer los afectos y ubicarnos en la sociedad. [Los discursos implican una] relación entre lenguaje, pensamiento y realidad (…) hay que entender discurso en su extensión más amplia: toda enunciación que supone un hablante y un oyente, y en el primero, la intención de influir de alguna manera en el otro. (Marafioti.1999: 1)

Una definición de discurso aún más categórica, en cuanto al concepto de su efecto, es la definición dada por Madan Sarup, al tiempo que diserta sobre la visión de Foucault en El orden de las cosas y La arqueología del saber respecto a cuáles son las reglas que permiten que ciertas afirmaciones se hagan. Dice Sarup: “Quizás la mejor forma de definir discurso es como una práctica que sistemáticamente forma los objetos de los cuales habla”. (Sarup, 1999:64)

La herramienta de análisis que formula van Dijk en su libro Ideología. Una aproximación multidisciplinaria (1999) contempla la multiplicidad de niveles que tienen las estructuras de los discursos, como la gramática (sintaxis, semántica e incluso fonología), el estilo es también todo un nivel estructural, la estructura retórica (el uso de metáforas, eufemismos, elipsis, analogías) así como el plano esquemático, o sea, el orden en que se presenta la información. Cada estructura tiene un origen, una causa y una consecuencia, razón por la cual el estudio del discurso es necesariamente multidisciplinario.

Germain Greer le habla tanto en La mujer eunuco como en La mujer completa a un público con quien comparte conocimientos. Sus obras se adentran en un universo cognitivo específico y apelan a los registros de la memoria de su grupo: el movimiento feminista. Este aspecto de sus textos nos interesa como elemento referencial, pues aunque nuestro interés es lingüístico, para lograr un análisis léxico o de estructuras retóricas es necesario hablar del contexto dentro del cual ocurren.

Los primeros pasos dados hacia la construcción de una "ideología feminista” tuvieron que ver con la necesidad de implantar la idea de que las mujeres merecían los mismos derechos legales que los hombres, concepto que de manera formal comenzó a manejarse durante la Revolución Francesa (lo que no quiere decir que antes en la historia no haya habido mujeres con esta posición). Sin embargo, el primer espacio realmente fructífero que se abordó con este propósito fue la lucha por el voto femenino. Así es como las sufragistas conformaron lo que ha sido denominada como “la primera ola” feminista. La obra de Simone de Beauvoir, El segundo sexo (1949) marca el comienzo de “la segunda ola” del feminismo. Sin embargo, no es hasta la aparición del libro de Betty Friedan titulado La mística femenina, publicado en 1963, que esta segunda ola comienza a tomar forma de movimiento en el ámbito de las universidades, sobre todo de países del primer mundo como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Finlandia, Suecia, Canadá, Suiza. Sucedía entonces que los logros obtenidos por las sufragistas no parecían suficientes. Las mujeres se preguntaban si eso sería todo, el ámbito familiar no había cambiado en lo absoluto, el acceso a la educación aún era limitado al igual que la participación política. Así comenzó lo que conocemos como el feminismo moderno. El lema de este segundo embate era "lo personal es también político", bajo la premisa de que la dominación masculina que afecta a la mujer en el ámbito privado también constituye un asunto que requiere soluciones públicas.

En la actualidad, lo que podría denominarse como “la tercera ola" del feminismo ha sido llamada de muchas formas: post-feminismo, feminismo revisionista, feminismo liberal y feminismo post-ideológico, entre otras, pues la definición de esta etapa actual del feminismo aún está en la mesa de discusión de teóricos y críticos. Greer tal vez pueda ser ubicada como una suerte de puente entre la segunda ola del movimiento y lo que sucede hoy día, debido a la continuidad y permanencia de su trabajo a lo largo de los últimos casi cuarenta años. Es por eso que analizaremos su obra en calidad de discurso representativo del movimiento feminista moderno en general.

Todas estas etapas primera, segunda y tercera ola del movimiento, claramente poseen un discurso que pertenece al campo ideológico, pero no desde la dominación sino por el contrario en oposición a ésta. El aspecto testimonial que comienza a aparecer en el discurso feminista a partir de los años sesenta, momento en que se comienza a subrayar la importancia de "lo personal", ayuda a identificar, en el estilo o mecanismos de los textos de Greer, esas ideas y creencias (van Dijk. 1999: 31-46) que conforman su universo ideológico: ese “lo personal es también político” es parte de la expresión del marco ideológico de la autora y en consecuencia un eje para sus herramientas discursivas.

Partimos de la premisa de que los mecanismos discursivos que utiliza el feminismo como discurso de resistencia son similares a aquellos empleados por los grupos dominantes, pero no dejamos a un lado la noción de que el fin ulterior de los dos discursos –dominante y de resistencia– no es el mismo. Estudiamos entonces los textos de Greer como característicos de la ideología de la resistencia, y como tal, guardamos siempre la conciencia de que su fin no es evidentemente conservar el poder aunque hallemos en ellos rasgos característicos de la manipulación, por citar un ejemplo de connotación negativa. Haremos un cuadro comparativo que nos permita observar la relación interna entre los dos libros estudiados, presentados por su autora como una unidad de análisis social, aunque hayan sido escritos con treinta años de diferencia. De esta manera, podremos observar la estructura discursiva que engloba a ambos textos y por consiguiente al menos algunos de los resultados de la evolución de treinta años transcurridos en el pensamiento de esta importante figura del feminismo contemporáneo.

Utilizamos como guía cuatro de las categorías de estructuras del discurso que formula van Dijk. En primer lugar, delimitamos el contexto del discurso de Greer, para delimitar la ubicación de la autora dentro del grupo social al que pertenece: el movimiento feminista. Para precisar su posición dentro de dicho movimiento hacemos un análisis la “estructura de su ideología” (van Dijk 90-100 y 180-204). Seguidamente, observamos las estructuras esquemáticas de los textos, las cuales el autor define del siguiente modo:

Mientras que los tópicos representan el significado global del discurso, las estructuras esquemáticas globales o superestructuras representan la forma global del texto…Tales formas globales del discurso o esquemas están organizados por una cantidad dada de categorías convencionales tales como Introducción y Conclusión, Apertura y Cierre, Problema y Solución, Premisas y Conclusión etc. [Los discursos] están organizados por esquemas convencionales que definen el orden y la posición jerárquica de esas categorías (así como las macroestrcuturas semánticas o tópicos que definen el “contenido” de esas categorías). Al igual que en el caso de la sintaxis de las oraciones, esta ‘sintaxis del discurso” también puede variar y, en consecuencia, ‘codificar’ posiciones ideológicas (Teun van Dijk 199: 262)

Hacemos también un análisis léxico pues “el simple hecho de explicar las implicaciones de las palabras utilizadas en un discurso y contexto específicos, provee, a menudo, un amplio conjunto de significados ideológicos”. (van Dijk,1999: 259). Llevamos a cabo un análisis de las estructuras retóricas o figuras de estilo (comparaciones, metáforas, ironías), pues “sirven especialmente en contextos persuasivos y, más generalmente, para atraer o manejar la atención de los receptores”. (van Dijk. 1999: 263). Para estos análisis nos servimos de la ayuda de otros autores, del campo de la filosofía y la psicología, podemos decir que los tres autores más importantes en los cuales nos apoyamos como complemento al trabajo de van Dijk son: Rafael Vidal, Ana de Miguel, .

MARCO METODOLÓGICO

Los objetivos específicos con los que queremos cumplir en esta investigación son los siguientes:

1. Ubicar la posición de Germaine Greer dentro del movimiento feminista a partir del análisis comparativo de sus dos publicaciones más conocidas: La mujer eunuco (1970) y La mujer completa (1999).

2. Analizar la estructuras esquemáticas o “forma global del texto” (van Dijk, 1999: 262) Observar las “variaciones de los elementos léxicos” (van Dijk, 1999: 259) y sus posibles significados.

3. Observar algunas de las estructura retóricas presentes en ambos libros en su calidad de herramientas de persuasión y/o manipulación.

4. Observar la data obtenida durante cada uno de los pasos mencionados para con ella redactar un ensayo crítico despojado en el mayor grado posible de la subjetividad en el análisis.

El procedimiento de análisis es entonces el siguiente:

En primer lugar, identificamos dentro de qué área y período del movimiento feminista se ubica la autora, lo que forma parte de su “identidad” (van Dijk. 152-159) como miembro de un grupo, que en este caso es el movimiento feminista.

Seguidamente, llevamos a cabo un análisis de las estructuras esquemáticas de los textos, pues van Dijk considera que el orden en el cual un autor determinado presenta la información dentro de un discurso, es decir, la información que incluye, por ejemplo en la sección de apertura del discurso versus la información que presenta en la sección de cierre del texto, puede ser determinante para la “codificación” de las posiciones ideológicas (Teun van Dijk 1999: 253-265). Este análisis se ha hecho de una manera estrictamente esquemática. Partimos de una revisión de los índices de ambos libros, pues las dos publicaciones tienen una división temática casi idéntica; para luego, por medio de una lectura detallada de cada capítulo, dividir por categorías el tipo de información que está presente en ellos y descifrar el orden jerárquico asignado por la autora a dicha información.

Por otra parte, para observar las estrategias discursivas, extrajimos una selección de muestras de las frases más representativas del estilo narrativo de Germaine Greer a lo largo de ambas publicaciones. En estas frases observamos, según sea el caso, dos elementos específicos: la selección del léxico y la presencia de estructuras retóricas. Éstas son tres de las estrategias discursivas que Teun van Dijk considera características del discurso ideológico y que hallamos más pertinentes para nuestro análisis (van Dijk 199: 253-265). En lo que al estudio léxico se refiere, hicimos lo que propone van Dijk, analizar el uso de una palabra en un contexto determinado y observar los posibles cambios semánticos que se suscitan en la frase al cambiar dicha palabra por otra.

En cuanto a estructuras retóricas o figuras de estilo, extrajimos comparaciones, metáforas e ironías fundamentalmente, y observaremos su posible efecto para persuadir o para atraer la atención de los receptores.

Finalmente, tomamos los datos obtenidos por medio de este análisis sistemático y con base en ellos, redactamos un ensayo crítico sobre estas dos obras de Germaine Greer.

II - Identidad ideológica de Germaine Greer

1. El feminismo radical de Germaine Greer

Explicamos en el capítulo anterior, en palabras de Teun van Dijk (1999), que un movimiento social como el movimiento feminista tiene necesariamente una carga ideológica, ya que busca transmitir o legitimar las creencias que lo conforman y con las cuales se construyen sus prácticas sociales cotidianas. El analista del discurso define las ideologías como sistemas sociales o políticos de valores e ideas de grupos o colectividades, cuyo objetivo es precisamente esa legitimación u organización de las acciones del grupo. También precisa que las ideologías son por definición compartidas, que son los actores sociales, en su calidad de miembros de un grupo y según sus intereses y objetivos quienes las adquieren, confirman y alteran; y resume la noción de “grupo” como una colectividad que comparte las mismas “representaciones sociales”. Vale notar que van Dijk utiliza la noción de “representaciones sociales”, al definir el universo de ideas compartido por un grupo, como sinónimo de “conciencia”, la que define como “estado de la mente” o “conjunto de creencias” (pp.180-204). Para él, el concepto de “conciencia” forma parte del aspecto cognitivo de las ideologías y, al incluirlo, hace que el término “representación social” conjugue tanto los sistemas de valores y juicios como el conocimiento per se.

Por otra parte, en el libro Feminismo de Susan Osborne (2001), al responder a la pregunta “¿Qué es feminismo?” la autora cita fragmentos de las definiciones del Oxford Concise Dictionary of Politics y del Chambers Dictionary. El primero dice:

Feminism is a way of looking at the world, which women occupy from the perspective of women. It has as its central focus the concept of patriarchy, which can be described as a system of male authority, which oppresses women through its social, political and economic institutions” (1996, citado en Osborne, 2001).

El Chambers Dictionary lo describe de una forma más simple, dice que “el feminismo es la defensa de los derechos de las mujeres, o el movimiento para el desarrollo y la emancipación de las mujeres” (1998, citado en Osborne, 2001). Más adelante la autora comenta también una cita de Rebecca West[2]; considera que esta temeraria figura del activismo sufragista asumió el punto crítico de ambas definiciones al declarar que ella nunca había logrado descifrar qué era exactamente el feminismo; que sólo sabía que la gente siempre la llamaba feminista cuando expresaba sentimientos que la diferenciaban de un felpudo. Esta aseveración sarcástica es probablemente citada por Osborne para expresar que el feminismo no es otra cosa que sentido común.

Estas definiciones nos sirven para ir delimitando el sistema de creencias que componen el movimiento feminista. En específico la frase tragicómica de Rebeca West resume un punto de vista que se repite a lo largo del trabajo de Greer: “el feminismo no es más que sentido común”. Si decimos que nuestra posición parte netamente del sentido común, al hablar como representantes de un “grupo” que defiende un sistema de creencias, estamos ejerciendo un acto de legitimación.

Bajo el subtítulo de “¿Quién inventa las ideología?” (p.218) Teun van Dijk (1999) construye el siguiente argumento:

Un pequeño número de líderes, intelectuales o “ideólogos” más o menos conscientes y articulados, tienden a formular los principios ideológicos de un grupo. Entonces a través de formas diversas de discurso intragrupal (debate, mitines, propaganda, publicaciones) y otras prácticas institucionales, esas ideologías se propagan lentamente entre los miembros del gripo y la sociedad en general (…) Si las ideologías son inherentemente sociales ¿Cómo pueden ser ‘inventadas’ por individuos? (…) las ideas específicas pueden muy bien ser ‘inventadas’ por uno o unos pocos pensadores individuales, revolucionarios, escritores u otras elites. Pero para que ese conjunto de ‘ideas’ sea una ideología dentro del marco de mi definición, esencialmente debe ser compartida socialmente (…) Sus objetivos, practicas, posición, valores, etc., también deben aplicarse a ellos [los miembros del grupo] y deben ser importantes para sus experiencias cotidianas. Las ideologías socialistas o comunistas eran aplicables a la vida cotidiana de los trabajadores, y así sucedió con las ideologías feministas para la vida cotidiana de las mujeres. (pp.220-221)

Greer, al igual que Rebeca West, pertenece a la elite del feminismo y como tal es una importante portavoz de los intereses generales de los miembros del grupo, de ese ‘sentido común’ del que habla West. Sin embargo, para van Dijk (1999) las ideologías no son parte del sentido común, para él, este concepto de “común” hace referencia a un sentir compartido por una cultura, más que por un grupo. Dice al respecto “a la ideologías se las da mucho menos por sentadas que a las creencias culturales, porque a menudo se las enseña dentro del grupo y son cuestionadas por y, por lo tanto, defendidas ante otros grupos” (p.139). Tal es que llamar “sentido común” a conceptos ideológicos es una ironía pues la connotación de eso es esos elementos en realidad deberían formar parte de la cultura.

Por su parte, Nuria Varela (2005), en su obra Feminismo para principiantes, define al movimiento de la siguiente forma:

El feminismo es un discurso político que se basa en la justicia. El feminismo es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras analizar la realidad en la que viven toman conciencia de las discriminaciones que sufren por la única razón de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la sociedad. Partiendo de esa realidad, el feminismo se articula como filosofía política y, al mismo tiempo, como movimiento social. Con tres siglos de historia a sus espaldas, ha habido épocas en las que ha sido más teoría política y otras, como el sufragismo, donde el énfasis estuvo puesto en el movimiento social. (El poder, 5)

Sabemos pues que las ideologías son “sistemas políticos o sociales de ideas”. Sabemos también que se articula como “filosofía política y como movimiento social”. Entonces podemos decir sin reservas que el feminismo porta una ideología.

Para efectos de esta sección de nuestra investigación, lo que resulta fundamental es la ubicación de Germaine Greer en el interior del movimiento. Iniciaremos esta tarea con un cuadro general que incluye una sinopsis biográfica de la autora. Analizaremos la definición que expone Ana de Miguel (2001) sobre el feminismo radical para determinar si Germaine Greer encaja dentro de esta categoría. Seguidamente, respondemos con citas extraídas de los textos de Greer (1970, 1999) –las cuales comentamos– a una serie de preguntas o consideraciones propuestas por Teun van Dijk (1999). El teórico del lenguaje establece una serie de categorías con el fin de delimitar cuáles son las características de los miembros de un grupo determinado, en este caso, el movimiento feminista.

¿Quién es, pues, Germain Greer? Sabemos hasta ahora que se convirtió en un icono mundial del boom académico y político del que se benefició el feminismo a partir de los años 60 y 70 después de haber publicado en 1970 uno de los dos libros que forman parte de nuestro corpus de estudio. Hemos dicho anteriormente que es una autora australiana, pero no hemos precisado que Greer nació en Melbourne, Australia, el 29 de enero de 1939, que creció y estudió en ese país hasta 1963, pero que en 1964 se mudó a Inglaterra y es allí donde escribió todos sus libros.

Greer inició su escolaridad en el Star of the Sea Convent de Gardenvale en Melbourne, donde se destacó por ser una alumna brillante. Luego, en 1958 obtuvo un BA con honores de la Universidad de Melbourne. También con honores terminó una maestría en 1963 en la Universidad de Sydney; y al año siguiente se trasladó a Inglaterra pues obtuvo una beca de la Mancomunidad Británica para doctorarse en la Universidad de Cambridge, en donde obtuvo un PhD en 1968. Desde ese momento hizo de Inglaterra su país de residencia y desarrollo profesional, y es hoy día profesora retirada de la Universidad de Warwick. Por años fue colaboradora de una serie de publicaciones periódicas, entre las cuales se cuenta la subversiva Oz Magazine, donde escribía bajo el seudónimo de “Dr. G”. Incursionó en el teatro y en la locución de radio. Desde los años 50 se ha autodenominado “anarquista” y en ningún momento ha abandonado la postura contestataria y controversial que la caracteriza. A grandes rasgos se podría decir que los ejes temáticos de sus libros han sido (casi siempre como subgrupos de la gran categoría de los estereotipos femeninos como consecuencia de la opresión masculina): el matrimonio, la sexualidad (necesidad de liberación sexual y más adelante, consecuencias de ésta) la menopausia, la obsesión con la belleza, la maternidad y, más recientemente, la pedofilia.

Dentro del movimiento feminista, según la crítica y nuestro propio análisis, podemos decir que Greer pertenece específicamente al sub-grupo llamado “feminismo radical”. Veamos por qué. Según Ana de Miguel (2005), Profesora Titular de Teoría Feminista de la Universidad de La Coruña, para este segmento en particular del movimiento feminista la opresión de las mujeres no viene dada únicamente por el Sistema, sino por un “Sistema específico de dominación donde la mujer es definida en términos del varón” (Surgimiento del feminismo radical: "feministas políticas" y "feministas", 5). De Miguel dice también que

Las radicales identificaron como centros de la dominación patriarcal esferas de la vida que hasta entonces se consideraban privadas. A ellas corresponde el mérito de haber revolucionado la teoría política al analizar las relaciones de poder que estructuran la familia y la sexualidad; lo sintetizaron en un slogan: ‘lo personal es político’. Las feministas radicales consideraban que los varones, todos los varones y no sólo una elite, reciben beneficios económicos, sexuales y psicológicos del sistema patriarcal, pero en general acentuaban la dimensión psicológica de la opresión. (2005, 1).

Ésta es sin duda la postura de Germaine Greer en todas y cada una de sus publicaciones. De ello, damos algunos ejemplos tanto del El eunuco femenino como de La mujer completa. Greer (1970) presenta el siguiente argumento, el cual obedece a la idea de que las mujeres han sido oprimidas y “castradas” (es decir, que su sexo ha sido mutilado, figura simbólica para hablar de la ausencia de una verdadera identidad del sexo femenino) por un sistema basado en la identidad masculina:

The castration of women has been carried out in terms of a masculine-feminine polarity, in which men have commandeered all the energy and streamlined it into an aggressive conquistatorial power, reducing all heterosexual contact to a sadomasochistic pattern (p.16).

Posteriormente vemos como G. Greer (1999) habla del espacio personal, las emociones, la apreciación que se tiene de sí y del otro, el miedo a la interacción:

All studies show that leisure is a masculine privilege (…) Women have been conditioned to believe that men’s work is harder and more stressful than theirs, which is a con (…) A love of idleness is another characteristic that male Homo sapiens has inherited from his anthropoid ancestors; an animal behaviour researcher observed that she would find it exceedingly difficult to observe a lone male gorilla for 8 hours because he does so little. Females, be they gorillas or worker bees, are naturally busy, which suggests another cause of men’s irritability with women who penetrate their territories. They do not want the myth of male energy and purposiveness to be exploded (p.129)

Por su parte, Ana de Miguel (2005) plantea que el feminismo radical se sirvió de herramientas teóricas provenientes del marxismo, el psicoanálisis y el anticolonialismo, para construir la trilogía: patriarcado, género y casta sexual que usó como base conceptual de su ideología. Agrega que dentro de la ideología feminista radical el patriarcado es un sistema de dominación sexual sobre el cual se ha edificado el resto de las dominaciones, como las de clase o raza (de lo cual se puede hallar abundantes ejemplos en la literatura de Greer). Vemos pues una vuelta discursiva interesante, donde la autora pone en ejercicio la práctica feminista de hacer paralelismos entre género y raza o género y clase social para identificar a las mujeres como una minoría (no nos referimos a las minoría numéricas sino a la falta de acceso al poder).

The aim of women’s liberation is to do as much for female people as has been done for colonized nations. Women’s liberation did not see the female’s potential in terms of the male’s actual; the visionary feminists of the late sixties and early seventies knew that women could never find freedom by agreeing to live the lives of unfree men. (Greer,1999: 3)

Observamos en esta cita que al llamar a las mujeres “the female people”, Greer, inequívocamente, hace referencia al colonialismo.

La autora no abandona nunca el concepto del patriarcado como fuerza opresiva para la sociedad en general, y en tal sentido, hace con frecuencia hincapié en la naturaleza agresiva que ella atribuye al sexo masculino:

Thirty years ago, when the world was in the grip of the Cold War, an emerging feminist could catch no glimpse of a future unless she tried to dispel the shadow cast by the nuclear threat. There was no doubting then that the military-industrial complex that would decide the fate of the world, whether in the Soviet Union or the United States, was constructed by men and run by men for men. (Greer,1999:161)

En este ejemplo en particular, Greer lleva esta idea de la disposición hacia la agresividad por parte del macho humano a su máxima expresión posible. Según la autora, los líderes del sistema patriarcal dominante, someten a la sociedad en general a una amenaza de muerte masiva para preservar el control del poder mundial.

Queda clara, pues, la percepción que tiene la autora de que el mundo, al menos el mundo occidental, al cual ella pertenece, está estructurado según un sistema de dominación masculina.

Los otros dos componentes del feminismo radical señalados por Ana de Miguel (2001) son: el género y la casta sexual, definidos como “la construcción social de la feminidad” y “la opresión vivida por las mujeres” respectivamente. De estos dos conceptos podemos hallar ejemplos en casi en cualquier parte de ambos libros de Germaine Greer (1970,1999), pero vale notar que la totalidad del capítulo de La mujer eunuco titulado “The Raw Material” trata precisamente sobre la construcción social de la feminidad. Al referirnos a las líneas de apertura, nos topamos con una de las ironías más representativas de su estilo narrativo así como con la evidencia de su falta de fe en esa construcción social de la feminidad, la cual lee:

Despite all the arguments about the effect of conditioning on the developing women, the suspicion might persist that women do have some congenital mental deficiency by reason of their sex. Given the bias of observers involved in testing for suspected or assumed tendencies we might not be surprised to find that there were ‘proven’ sexual differences in mind (Greer,1970: 99)

La primera oración de esta cita podría verse como una ironía, pues en realidad lo que busca ilustrar es la postura inversa que tiene la autora respecto a dicha aseveración. Greer no piensa que las mujeres tengan una deficiencia mental congénita, pero inicia un capítulo que llama “La materia prima” con una oración que apela quizás a lo que ella percibió en ese momento que era una creencia social aún vigente. Cuando leemos la segunda oración, sin embargo, entendemos con mayor claridad la verdadera posición de la autora.

La cita a continuación trata otro aspecto más de la construcción social del género femenino, en este caso, vuelve la autora al espacio íntimo y se refiere al dominio estético de las mujeres y su relación con él con base en angustias acumuladas por medio del condicionamiento social:

Pretty women are never unaware that they are aging, even if the process has hardly begun: a decayed beauty is possibly more tormented than any other female stereotype, but even for women who never made any claims on male admiration there are abusive stereotypes which take over her claim to individuality. The studious, plain girl is characterized as a characterless, sexless swot: The housewife is depicted by a head full of curlers and nothing else, aproned, fussing, nagging, unreliable in the kitchen, with the budget, in her choice of clothes and with the family car. As she gets older the imagery becomes more repellent; she becomes obese, her breasts grow huge and sagging, the curlers are never out of her hair, her voice is louder and more insistent; finally she is transmuted into that most hated female image of all, the wife’s mother, the ubiquitous mother-in-law. (Greer, 1970: 270)

Para cerrar este ejercicio asociativo entre la deconstrucción hecha por Ana de Migual (2005) de la composición del feminismo radical y el discurso de Germaine Greer (1970,1999), abordamos el tercer elemento de la trilogía antes mencionada: patriarcado, género y casta sexual. Para ilustrar este último elemento, que definiremos como “las dificultades que pasan las mujeres por el simple hecho de ser mujeres” citamos una de las frases más famosas de todos los tiempos de Germaine Greer (1970): “Women have very little idea of how much men hate them” (p. 249) Esta frase proviene del capítulo Loathing and Disgust (Greer, 1970) cuyo título de por sí hace referencia al rechazo social hacia la mujer.

La próxima frase de Greer que citamos ejemplifica también la presencia en el discurso de Greer del concepto de “casta sexual”, al tiempo que expresa el encasillamiento de la mujer en un modelo mal concebido, lo que toca el segundo punto de la trilogía, el género y su vez ese carácter “privado” y a veces “íntimo” del discurso feminista que Ana de Miguel (2005) también menciona. Vemos que la crítica que se expresa en esta frase que citaremos se basa en la vida privada de la mujer. Una vez más, lo que está en discusión no es un derecho legal, pertenece al plano de los sentimientos, es más bien una suerte de derecho moral, si se quiere:

Anguish is easier than misery. The woman who is married to a brute, a drunk or a pervert has the world’s sympathy as well as masochistic satisfaction. The self-publicizing misery of the abandoned woman justifying her dependence on drugs, drink or sex with strangers by the crime which society has committed against her is not so deeply pitiable as the day-to-day blank misery borne by women who have nothing to complain about. The evidence of this dreary suffering can be found on any aging female face: the wrinkles which disfigure women are lines of strain and depression, lines of worry, not concern. Relaxed, their drawn features are easy to read, but as soon as they realize that they are being observed they guiltily clear their eyes, raise their chins and affect a serenity they do not feel. The prejudice against revolt or complaint by married women is very strong: public airing of boredom or discontent is deep disloyalty, ingratitude and immorality. (Greer, 1970: 273)

Según van Dijk (1999) es necesario que primero observemos el contexto dentro del cual se produce el discurso. Al respecto ya dijimos que Germain Greer (1970) se ubica dentro del contexto del movimiento feminista, a partir de su “segunda ola” –“This book is part of the second feminist wave” (p. 11), es la primera línea de La mujer eunuco– y más específicamente dentro del feminismo radical. Teun van Dijk (1999) aclara que las ideologías son sensibles al contexto dentro del cual emergen y, más específicamente, a ciertas propiedades relevantes de la estructura social como pudieran ser otros grupos o instituciones, las relaciones sociales de poder propiamente dichas, o los cambios históricos. Estos cambios que toda ideología comienza a sufrir desde el mismo momento en que nace son normalmente lentos. Para referirse al contexto, noción bastante amplia, van Dijk (1999) utiliza el término sociológico de “estructura social”. La ideología feminista emerge dentro de una estructura social basada en un sistema patriarcal –ejemplo de ello podemos encontrar en la mayoría de las citas expuestas párrafos antes– y podríamos agregar que en el período transcurrido entre la publicación de uno y otro libro de Greer (1970,1999), ha habido cambios dentro de la estructura social que han repercutido en el feminismo.

2. Identidad de grupo

“La identidad de grupo se funde con una ideología de grupo” (van Dijk 1999: 155) dice el analista de discurso. Ya iniciamos la delimitación de los paradigmas de la ideología feminista, tarea que no pretendemos culminar, pero que nos es imprescindible para identificar en el discurso de la autora la influencia de dicha ideología y por ende su identidad como miembro del grupo. Para van Dijk (1999) la categoría de ‘grupo’ obedece a unos criterios de pertenencia que es necesario señalar en el texto. Sin embargo, observamos una constante en el discurso de Greer (1970,1999) que llama la atención, un importante porcentaje del sentido de pertenencia se expresa a través de la disidencia. La autora constantemente explica lo que busca el movimiento, luego señala las faltas en dicha búsqueda y propone nuevas opciones, aunque no fuera de los parámetros del ya mencionado feminismo radical, donde (a juzgar por los textos de otras feministas radicales) es común hacer propuestas alternativas a las acciones de las feministas institucionalizadas, es decir, aquellas mujeres como Betty Friedan o Hunkins-Hallinan quienes ejercen acciones desde el interior de las instituciones políticas. Dice Greer (1970) de Betty Firedan y Hazle Hunkins-Hallinan:

Mrs. Hazel Hunkins-Halliman, leader of the Sic Point Group[3], welcomed the younger militants and even welcomed their sexual frankness. ‘They’re young’ she said to Irma Kurtz, ‘and utterly unsopfisticated politically, but they’re full of beans. (p. 11)

Al respecto daremos algunos ejemplos sobre el punto principal que defiende la autora, la necesidad de cambiar por completo la estructura del sistema. En dichos ejemplos, el estereotípico objetivo común del movimiento de la “igualdad de géneros” se ve sustituido por la idea de reivindicar e incluso replantear la identidad del género femenino con el fin de alcanzar una condición social más equitativa para hombres y mujeres al acentuar las diferencias entre ellos y reconocerlas, en lugar de incluirlos a todos en un mundo regido por las leyes y condiciones hechas para y por hombres. En otras palabras, en un esquema patriarcal de sociedad, que nos hace daño a todos, no podremos nunca encontrar la justicia:

On the one hand, feminists can be found who serve the option of equality, social, legal, occupational, economic, political and moral, whose enemy is discrimination, whose means are competition and demand. On the other hand there are those who cherish an ideal of a better life, which will follow when a better life is assured for all by the correct political means. To women disgusted with conventional political methods, whether constitutional or totalitarian or revolutionary, neither alternative can make much appeal. The housewife who must wait for the success of world revolution for her liberty might be excused for loosing hope, while conservative political methods can invent no way in which the economically necessary unit of the one-man family could be diversified. But there is another dimension in which she can find motive and cause for action, although she might not find a blue-print for Utopia. She could begin not by changing the world, but by re-assuring herself. (Greer 1970: 13-14)

Treinta años entre un libro y otro no cambiaron el punto de vista de esta autora en este sentido, así vemos como en el segundo libro se sostiene el concepto:

If equality means entitlement to an equal share of the profits of economic tyranny, it is irreconcilable with liberation. Freedom in an unfree world is merely licence to exploit. Lip-service to feminism in the developed nations is a handy disguise for the masculinization of power and the feminization of poverty in the emerging nations. If you believe, as I do, that to be a feminist is to understand that before you are of any race, nationality, religion, party or family, you are a woman, then the collapse in the prestige and economic power of the majority of women in the world as a direct consequence of western hegemony must concern you. And when you see women denounce cultural imperialism–the women who donned the chador and howled the Americans out of Iran, for example–you should recognize them and their struggles as your own.” (Greer, 1999: 11)

A continuación buscaremos los indicios en los textos de Greer que respondan a las premisas establecidas en los capítulos del libro Ideología (1999) titulados “Estructura de las ideologías” y “Grupos” respectivamente. En estos capítulos van Dijk establece que tanto la existencia como la organización y reproducción de las prácticas sociales de un grupo y sus miembros tienen dimensiones mentales además de sus dimensiones sociales. Explica el autor que las ideologías pueden ser representadas en “esquemas de grupo” y que las ideologías constituyen a los grupos y estos a su vez a las ideologías. En otras palabras, lo que el autor expone es que la existencia social de un “grupo” no es posible si éste no posee una identidad colectiva conformada por “creencias ideológicas” o “representaciones sociales” (conocimiento, opiniones, sentimientos). De la misma manera, una “ideología” sólo existe si una colectividad humana realiza actividades de coordinación y organización en torno a fines comunes. Las “representaciones sociales” son pues la base del significado colectivo que sirve para monitorear las acciones de los miembros del grupo. Propone van Dijk (1999) que los rasgos fundamentales para poder calificar como “grupo” a una colectividad humana se pueden desglosar en las siguientes categorías:

1. Pertenencia: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? (…) ¿Quién pertenece a nuestro grupo? [Esto hace referencia a aspectos como género, raza, etnicidad, casta, clase, edad, religión, lenguaje u origen, que son las características relativamente permanentes]. (…)

2. Actividades: ¿Qué hacemos? ¿Qué se espera de nosotros? [Sobre todo relevante en el caso de los grupos de profesionales, pero aplicable, sin embargo, a cualquier grupo organizado]. (…)

3. Objetivos: ¿Por qué hacemos esto? ¿Qué queremos realizar? [Esto es particularmente importante en el caso de los grupos de defensa]

4. Valores/Nomas: ¿Cuáles son nuestros valores más importantes? ¿Cómo nos evaluamos a nosotros mismos y a los otros? ¿Qué debería (o no debería) hacerse? [Consideración muy importante en el caso de Greer (1970, 1999), pues ella propone reformulaciones en este sentido].

5. Posición y relaciones de grupo: ¿Cuál es nuestra posición social? ¿Quiénes son nuestros enemigos y quiénes son nuestros oponentes?

6. Recursos: ¿cuáles son los recursos sociales esenciales que nuestro grupo tiene o necesita tener? [Este es un aspecto muy importante en el estudio del feminismo ya que como grupo basa su identidad en el acceso limitado a los recursos tanto materiales como simbólicos]. (p.96)

Procedemos ahora a aplicarle estas categorías al análisis de los textos de Germaine Greer (1970, 1999). Identificaremos pues al individuo (Germaine Greer) como miembro de un grupo.

Pertenencia

Germaine Greer (1970) se identificó en La mujer eunuco como feminista de la segunda ola: “This book is a part of the second feminist wave” (p.11). En ese momento Greer tenía 31, acababa de doctorarse, y junto a sus contemporáneas y colegas, formó parte del “grupo” que constituyó esta segunda ola del feminismo. Existía la necesidad de profundizar lo que se había iniciado con el sufragismo. En los EE.UU. Betty Friedan (1963/1974) había ya publicado La mística de la feminidad (The Feminie Mystique), donde desmitifica la imagen de la feliz ama de casa de clase media norteamericana. Friedan creó también NOW (National Organisation for Women), grupo que se convierto en una importante herramienta de presión política, cuyo objetivo principal era obtener igualdad de pago para hombres y mujeres. En Inglaterra, Juliet Mitchell (1966/1974) publicó un artículo en The New Left Review titulado “Women: The longest Revolution” donde planteaba que el movimiento feminista debía centrarse en la liberación de las mujeres, más que un concepto de igualdad. Surgieron tres tendencias bastante claras dentro del feminismo (Osborne, 2001) que son las siguientes:

1. El feminismo liberal, la tendencia más conservadora, cuyo objetivo principal era generar cambios sociales desde la política y los cambios legislativos.

2. El feminismo marxista, que asociaba la dominación masculina con la explotación de clases y expresaba que igualdad de derechos para hombres y mujeres no solucionaría el problema, y

3. El feminismo radical, cuya premisa es que el sistema patriarcal ejerce una dominación en todas las áreas de la vida sobre las mujeres. La violencia masculina fue foco de atención para las teóricas de este segmento del feminismo.

Greer formó parte del tercer grupo, como explicamos anteriormente en este mismo capítulo y ha siempre muy crítica del trabajo de sus predecesoras, pero sobre todo del feminismo liberal por creer en el sistema (Greer, 1970). Como muchas otras feministas, Greer se auto proclama atea, es decir, no creyente, pero culturalmente católica. Dice ser atea-católica debido a la formación religiosa que recibió durante su formación inicial. Se atribuye a Greer una cita que puede hallarse en diferentes Blogs y páginas no institucionales en donde la autora declara:

I think it is important to separate Catholicism from conventism. To be a Catholic is one thing. To be a convent girl is another. I am still a Catholic, I just don't believe in God. I am an atheist Catholic - there are a lot of them around. One thing lapsed Catholics do not do is go in for an "inferior" religion with less in the way of tradition and intellectual content. So, when the vicar comes round and tries to enlist my aid for the building fund of the Protestant church in the village, I say: "I'm a Catholic." (Another lapsed Catholic and proudly so, 1)

Para responder a otras de las preguntas que formula van Dijk formala dentro de esta categoría de “pertenencia”, citamos a Rafael Vidal (2001) quien dice sobre el feminismo que “su modelo primordial se corresponde con una mujer blanca y occidental, bien situada económica y socialmente, muy identificada con la cultura consumista del individualismo utilitarista hegemónico, y proclive, sexualmente, a la heterosexualidad monógama”. (p.3). La mayoría de estas condiciones coinciden con las características personales de Germaine Greer quien es una mujer, de raza “blanca”, perteneciente al mundo occidental, de clase social media quien ha declarado públicamente ser heterosexual.

Actividades

Germain Greer es profesora universitaria y activista feminista, sobre todo desde el ejercicio teórico, es decir, como de propulsora de ideas dentro del feminismo. Con cierta regularidad desde la publicación de su primera obra sobre feminismo, La mujer completa, ha ofrecido entrevistas a la prensa escrita y audiovisual para expresar sus ideas sobre la situación de las mujeres dentro de la sociedad sin escatimar en la ofrenda de anécdotas sobre su vida privada:

“Germaine Greer’s name became almost a synonymous with the word ‘feminist’ after the publication of The Female Eunuch in 1970. With her forthright views, her open sexuality and her quick wit, she was a gift to the media who either labelled her as a strident, if sexy, bra-burner or lauded her as the high priestess of the woman’s movement.” (Osborne, 2001: 89).

Si bien Greer se ha desempeñado fundamentalmente como escritora, también ha participado en obras de teatro, televisión, programas radiales y grupos de discusión, pero no ha incursionado tanto como otras miembros del movimiento en activismo político como tal, a pesar de ofrecer con frecuencia críticas a la labor de figuras de este medio. Su interés parece más bien ser en la construcción filosófica de la ideología.

Objetivos

Como hemos venido diciendo, en el discurso de Greer (1970,1999) puede claramente distinguirse que el objetivo central es la liberación de las mujeres del sistema patriarcal. El aspecto principal de esta liberación tiene que ver con la identidad de la mujer y la imperante necesidad de redefinirla. Observemos la siguiente cita de Rafael Vidal (2001):

Los desarrollos recientes del fenómeno feminista desde ‘las políticas de la inclusión a las políticas de la redefinición’ (De Miguel, 2001), desde ‘la emancipación a la insubordinación’, esto es, desde ‘la igualdad a la diferencia’ (Luna, 2001), nos introducen en un juego cambiante y dinámico de re-apropiaciones y auto-definiciones simbólicas que, desde un punto de vista teórico, requieren la consideración de nociones elementales como las de sistema de género y relaciones de poder. Como pone de manifiesto Silvia Tubert, el concepto de sistemas de género responde a la necesidad esencial de la deconstrucción crítica de las relaciones sociales que representan a las mujeres como problema. Constituye el instrumento metodológico desde el que ha de ser posible la renuncia femenina a su emplazamiento tradicional como alteridad masculina (Tubert, 2001). Sitúa, por tanto, a hombres y mujeres en el plano relacional de unas identidades permanentemente reconstruidas y remodeladas desde una reciprocidad, no obstante, asimétrica y diferencial. (parra. 1)

Este fragmento del texto de Vidal explica con bastante precisión lo que percibimos del discurso de Germaine Greer (1970,199). Podríamos resumir que el objetivo de Greer siempre ha sido la redefinición de la identidad femenina, y al presentar dos libros con treinta años de diferencia, la autora plantea algo muy loable: hay que dejar evolucionar los discursos, ver las consecuencias de los mismos y replantearlos cuando esto sea necesario.

En La mujer eunuco leemos:

…it is all very well to state so categorically that a woman who seeks liberation ought not to marry, but if this implies that married women are a lost cause, any large-scale female emancipation would thereby be indefinitely postponed. The married woman without children can still retain a degree of bargaining power, on condition that she resolves not to be afraid of the threat of abandonment. (Greer, 1970: 321)

En La mujer completa esta idea parece haber evolucionado quizás por los resultados, no de la obediencia colectiva al mandato de no contraer matrimonio, cosa que nunca sucedió, sino de los cambios sociales que han ocurrido durante los últimos treinta años. La autora entonces reformula el discurso y no aboga por que las mujeres se resistan al matrimonio, sino por que sus tareas dentro del mismo gocen de mayor protección por parte del colectivo. Propone ofrecer alternativas a las mujeres, madres de familia en muchos casos, para subsanar la ausencia creciente en la contemporaneidad de la figura protectora masculina. Greer exhorta a las mujeres a cambiar el paradigma de que la mujer sin un hombre es más débil y a unirse entre ellas para brindarse apoyo. Para la autora, cambios como estos contribuirían a dar mayor espacio para el desarrollo de las condiciones biológicas naturales de ambos sexos, desarrollo cuartado en la actualidad por un condicionamiento social netamente patriarcal y capitalista (Greer, 1999). Tomaremos fragmentos del capítulo donde Greer construye esta hipótesis para ver el desarrollo del argumento:

“Women are versatile, tough, and contain within their variability all that fall within the range of normal; men are freaks of nature, fragile, fantastic bizarre. To be male is to be a kind of idiot savant, full of queer obsessions about fetishistic activities and fantasy goals, single-minded in pursuit of arbitrary objectives, doomed to competition and injustice not merely towards females, but towards children, animals and other men. (p.340)

Teun van dijk (1999) explica que establecer en un discurso quién es la víctima y quién el victimario da orden a las actitudes ideológicas. Como vemos en esta cita, Greer establece su posición de una forma muy directa y soez, sin duda efectista que capta la atención del lector por medio del impacto. Establece de esta forma que los hombres son malos y las mujeres buenas, esto para llegar a su siguiente idea: la mujer tiene una identidad independiente de la identidad masculina, ella no es una alteridad del ‘ser hombre’, por consiguiente, abandonar su género masculino, tal y como está concebido en la actualidad, no hace mujer a un hombre. La siguiente idea es que las mujeres nunca son bienvenidas en esferas predominantemente masculinas y que debe la única salida digna para las mujeres es ignorar a los hombres tanto como ellos ignoran a las mujeres:

We can recognize the anti-male and the she-male without having to accept them both as female [retoma, entonces la idea de que los hombres son competitivos y las mujeres no] (…) No animal society exists in which non-competitive females could wrest control from competitive males who would then submit to their sway. Such a system would be a contradiction in terms (…)The women who penetrate masculine enclaves are usually unwelcome, kept on the periphery and treated as a sexual commodity if they are noticed at all (…)The dignified alternative is to segregate is for women to segregate men as men do; heterosexual women fear that men would find such segregation very much less irksome that they would themselves. So teenage girls continue to ring up boys who would rather go fishing (…)The only way to correct such asymmetry is for women to make a conscious decision not to wants men’s company more than men want women’s.

(Greer, 1999: 341)

Con este argumento Germaine Greer cierra La mujer completa. Podría resumirse que para Greer (1999), la necesidad imperante de redefinir la identidad femenina se debe a que el resultado práctico del movimiento feminista moderno, lejos de realmente ayudar a todas las mujeres, ha servido únicamente para incorporar a la mujer “emancipada”, proveniente de contextos sociales privilegiados, a una economía globalizadora, capitalista, basada aún en el sistema patriarcal, dirigida y compuesta principalmente por hombres. En otras palabras, las beneficiarias del movimiento se han convertido en personas dominadoras, egoístas y esa larga lista de adjetivos negativos que la autora constantemente asocia con los hombres.

None of us who are alive today will witness more than the first rumbles of the coming social upheaval. Middle-class western women have the privilege of serving the longest revolution, not of directing it. The ideological battles that feminist theorists are engaged in are necessary but they are preliminary to the emergence of female power, which will not flow decorously out from universities or from the consumerist women’s press. Female power will rush upon us in the persons of women who have nothing to lose, having lost everything already. It could surge up in China where so many women divorced for bearing girl children are living and working together, or in Thailand where prostitution and AIDS are destroying a generation, in Iran or anywhere else where women are on a collision course with Islamic fundamentalism, or anywhere the famished labourer sees luxury foods for the western market grown on the land which used to provide food for her and children. And the women of the rich world had better hope that when female energy ignites they do not find themselves on the wrong side. (Greer, 1999: 243)

Independencia e identidad eran los lemas de Greer cuando escribió La mujer eunuco (1970). En La mujer completa su interés se centra en la cooperación, la conciencia social y la identidad. En La mujer eunuco se habló de no fomentar ni tratar de participar en la violencia de las estructuras sociales establecidas, en La mujer eunuco se apela, en primer lugar, a practicar la indiferencia, establecer un sistema paralelo de las mujeres y para las mujeres.

Para cerrar, podemos concluir que Greer (1970,1999) parece tener como objetivo, participar en la reformulación de las “representaciones sociales” sobre las cuales se fundamenta la “identidad de grupo” (van Dijk, 1999) del movimiento feminista.

Valores/Normas

Teun van Dijk (1999) explica que los valores son elementos clave para la construcción de las ideologías y que tanto valores como ideologías marcan las pautas de la evaluación de los esquemas sociales. Los valores pertenecen al plano de la cognición social y su estructuración depende de la observación de la actividad cotidiana y la organización social. En cada nivel de evaluación social hay conjuntos de valores. Por ejemplo, hay valores que corresponden a la evaluación del carácter, como pueden ser modestia, bondad, paciencia u honestidad, entre otros. Las acciones pueden ser evaluadas según la rapidez, la eficacia. La interacción humana, por su parte, puede medirse con valores como cortesía, tolerancia, altruismo. La evaluación de las estructuras sociales como organizaciones o sociedades también se basa en una serie de valores como pueden ser “la libertad, la igualdad, la independencia o la autonomía”. Van Dijk (1999) dice textualmente que “prácticamente todas las ideologías sociales y políticas más importantes enfatizan uno o más de estos valores societales” (pp. 101-105)

Vemos pues que en la primera línea del capítulo que Greer irónicamente titula “Equality” dice lo siguiente: “Unpopular feminists ‘fight’ for liberation; popular feminists work for equality” (Greer, 1999: 308). Esta concepción de Greer parece repetirse en el trabajo de un amplio número de teóricas feministas (Cixous, Kristeva, Sontag, Steinem, Faludi, Wolf, entre otras). Vemos que en el feminismo contemporáneo el valor de la libertad parece ser de gran importancia. Podríamos decir que hay dos directrices muy claras: por una parte, la búsqueda de redefinición de la identidad femenina por parte de la mujer en relación consigo misma y no en relación con la condición del hombre y por otra parte, la lucha por la independencia de las mujeres con respecto a los hombres. También se postulan valores como el rechazo a la violencia, respeto por los demás e igualdad, en el sentido de rechazar los sistemas jerárquicos.

En un artículo titulado A Theory of Value” (Una teoría sobre los valores) y escrito por William R. Catton (1959) para la American Sociological Review, el autor dice que tanto los individuos como las organizaciones sociales deben escoger con frecuencia lo que desean y lo que no desean hacer, lo que el autor llama elegir entre una variedad de “desideratas” (p.1.) Dice que esas preferencias se rigen por patrones que a su vez están regidos por valores, explica que estos valores actúan como unos campos de fuerza social inducidos que acercan o no al individuo u organización hacia una desiderata en particular.

Estas ideas coinciden con lo que explica van Dijk (1999) respecto al hecho de que los valores sirven para monitorear ideologías en diferentes planos, pues los valores (p.101) tienen una base cultural mayor a la de las creencias sociales del grupo. Los valores se utilizan como guías para la evaluación incluso de las acciones, del carácter individual, la interacción social dentro del grupo, y esto puede suceder tanto organizaciones como en grupos culturales.

Al tratar de determinar cuál es la “desiderata” escogida por Germaine Greer en la construcción de la ideología feminista que ella concibe como válida, lo primero que notamos es la oposición entre igualdad y liberación. La encontramos en todos los capítulos de La mujer completa y en la mayoría de los capítulos de La mujer eunuco al igual que la manifestación de la necesidad de redefinir la identidad de la mujer desde la mujer y por la mujer. Vemos que hay un patrón, como lo indica Catton, un nivel tan intenso de necesidad de esos dos elementos que ellos se convierten en el eje del discurso y el valor principal dentro de la ideología feminista identificable en las obres de Germaine Greer. Daremos pues algunos otros ejemplos para demostrar la recurrencia del concepto: “Liberation struggles are not about assimilation but about asserting differences.” (Greer, 1999: 3) La misma idea reaparece algunas páginas más adelante, lo que sucede todo a lo largo del libro. Veamos esta cita: “If the future is men and women dwelling as images of each other in a world unchanged, it is a nightmare.” (Greer, 1999: 9)

La próxima cita contiene un aspecto del concepto de liberación también recurrente en la literatura de Greer. En este caso en particular la liberación de la que se habla es la liberación de un patrón de identidad impuesto a las mujeres, según la autora, por un criterio ajeno a ella, por un criterio masculino:

The violinist who diets, bleaches her hair, has collagen injected into her lips and her boobs pumped up, and plays her concerts in a bikini, certainly gets attention but no one takes her musicianship seriously. If the woman-made woman is never good enough, man-made woman is no better than a toy, built to be played with, knocked about and ultimately thrown away. (Greer, 1999: 38)

Una cita como esta, casi inevitablemente, nos hace pensar en lo bien cultivada que está esa imagen femenina por las propias mujeres. Páginas más tarde en la lectura nos damos cuenta de que este pensamiento no escapó al conocimiento de la autora y ella misma critica el rechazo que se tiene la mujer a sí misma: “Men’s fear of the uterus and menstruation may be problematic but more devastating by far are women’s own negative attitudes”. (Greer, 1999: 46). El siguiente es un ejemplo más de esa expresión recurrente de la necesidad por la definición de la identidad.

Femaleness is not the other side of the Rorschach blot[4] of maleness, but a sex of its own, with a sexuality of its own and a whole spectrum of possible expressions, many of which take no account of maleness at all.” (Greer, 1999: 74)

Esta última cita introduce otro costado de la misma noción. Aquí Greer plantea que el resultado de los cambios propiciados por la “liberación femenina” de los años 60 y 70 ha sido el aumento de responsabilidades y trabajo que queda en manos de las mujeres. Esto se debe a que el cambio no fue estructural para las mujeres, sino que éstas se insertaron o, más bien, “fueron aceptadas” dentro del mundo masculino, sin que éste cambiara en lo absoluto.

“Men have still not realized that letting women do so much of the work for so little reward makes a man in the house an expensive luxury rather than a necessity (…) As things stand at the end of the century women are clear that they are doing all the work without having a fair share of the reward” (Greer, 1999: 136)

Vemos que en algunas de estas citas se mezclan las dos premisas básicas que señalamos párrafos más arriba: 1. libertad y 2. reformulación de identidad. La autora relaciona cada uno de los temas que toca, sea la construcción social de la belleza, la mal-praxis médica o las relaciones de poder en el ámbito profesional con las nociones de libertad y de reformulación de la identidad.

Con la próxima cita concluimos esta sección sobre los valores. Ésta proviene nuevamente del capítulo “Equality”, al cual regresamos para no cerrar esta parte del análisis sin antes mostrar algunos de los antivalores que la autora atribuye a los hombres, y que ilustran por oposición los que ella atribuye a las mujeres:

The notion of equality takes the male status quo as the condition to which women aspire. Men live and work in a frighteningly unfree and tyrannical society, constructed upon the oppression of junior males by senior ones, on grooming of favoured males for succession at the expense of others, on confederacies and conspiracies, on initiation and blooding rituals, on shared antisocial behaviour, on ostracism and punishments, practical jokes, clannishness and discrimination. As soon as a woman enters a male preserve, be it the police, the military, the building site, the law, the clergy, she finds herself in an alien and repellent world which changes her fundamentally even as she is struggling to exert the smallest influence on it. As these masculine realms have been constructed to withstand outsiders and have grown stronger and more effective in doing so over many generations, they are virtually incapable of transformation.” (Greer. 1999: 311)

Así vemos que dentro de lo que consideramos el marco ideológico de Germain Greer existe un sistema de valores que la autora utiliza para evaluar condiciones culturales generales. Sin esta matriz de opinión sería probablemente muy difícil para la autora despertar las emociones en sus lectoras y lectores que puedan traducirse en acciones. Como ideóloga del movimiento feminista, Greer debe ubicar a sus enemigos y juzgarlos, para ello utiliza rasgos, al menos en el caso de esta cita, pertenecientes a los estereotipos. Teun van Dijk (1999) señala este tipo de “estrategias de la representación negativa del otro” (p.376) es una de las principales herramientas del discurso ideológico.

Posición y relaciones de grupo

La consideración respecto a la posición puede ser respondida nuevamente en relación con la noción de pertenencia. Dijimos antes que comúnmente las personas activas dentro del movimiento feminista que se identifican como parte integral de dicho movimiento (aclaratoria que hacemos pues hay muchas otras personas que trabajan con fines parecidos, pero no necesariamente forman parte consciente, es decir, de asociación ideológica, con el movimiento feminista como tal) se encuentran normalmente en una posición social con ciertos privilegios. Del grupo dirigente podemos agregar que en su mayor porcentaje son mujeres pertenecientes al ámbito académico y/o político. En cuanto a las relaciones de grupo, es decir con otros grupos, es pertinente resaltar lo que ya hemos visto a lo largo de este capítulo, que el enemigo fundamental identificado en el discurso de Greer es sin duda la sociedad patriarcal, pero hay que tomar en cuenta que ella identifica como parte de esa sociedad a otras mujeres, y lo que es más relevante a otras feministas. Daremos de esto un ejemplo presente en La mujer eunuco y otro en La mujer completa para ilustrar que este es un factor que se ha sostenido en su discurso a lo largo del tiempo.

The new emphasis is different. The genteel middle-class ladies clamoured for reform, now ungenteel middle-class women are calling for revolution. For many of them the call for revolution came before the call for the liberation of women. The New Left has been the forcing house for most movements, and for many of them liberation is dependent upon the coming of the classless society and the withering away of the state. The difference is radical, for the faith that the suffragettes had in the existing political systems and their deep desire to participate in them have perished. In the old days ladies were anxious to point out that they did not seek to disrupt society or to unseat God. Marriage, the family, private property and the state were threatened by their actions, but they were anxious to allay the fears of conservatives, and in doing so the suffragettes betrayed their own cause and prepared the way for the failure of emancipation. (Greer, 1970: 11)

Notamos que Germaine Greer asume una posición severamente crítica ante el trabajo de sus predecesoras dentro del movimiento. Vemos que en su proceso de auto-definición, Greer apela al recurso clásico dentro del discurso ideológico de denigrar al otro y enaltecerse a sí misma y a las de su sub-grupo, pues en primera instancia, critica a otras feministas; su crítica hacia el verdadero “otro” dentro de ambos de sus libros, es decir, los hombres, hace aparición en su texto después de haber establecido las diferencias internas dentro del movimiento feminista como tal. Al nombrar a las sufragistas y su pasividad, entregadas al matrimonio y negadas a aceptar los cambios que ellas mismas generaron, establece claras diferencias dentro del mundo feminista. Lo curioso es que lo haga en ambos libros. Nuevamente en 1999 critica a las feministas con quienes se sintió identificada en los setenta y las acusa de haberse conformado con cambios que no mejoraron la situación de las mujeres en general, sino que le permitieron tan solo a unas cuantas, en esferas privilegiadas dentro del mundo desarrollado, conseguir entrar en la mundo de los hombres, y allí, ganar un sueldo y tener un espacio de “igualdad”.

Though I disagreed with some of the strategies and was as troubled as I should have been by some of the fundamental conflicts, it was not until feminists of my own generation began to assert with apparent seriousness that feminism had gone too far that the fire flared up in my belly. When the life style feminists chimed in that feminism had gone just far enough in giving them the right to “have it all,” i.e., money, sex and fashion, it would have been inexcusable to remain silent.  (Greer, 1999: 3)

Greer utiliza esta estrategia de progresión diacrónica por medio de la cual ella siempre está adelantada a sus contemporáneas. Su simpatía con sus contemporáneas se mantiene mientras éstas le sigan la marcha y no se conformen con los logros de una época pasada.

Recursos

Este último aspecto es muy importante en el estudio del feminismo a la luz de que como grupo uno de los valores primordiales de su ideología se basa en la necesidad de construir una nueva identidad. Ya hemos mostrado ampliamente que la carencia de las mujeres desde donde nace la necesidad de un movimiento para su reivindicación social proviene del acceso limitado que tienen a los recursos tanto materiales como simbólicos dentro de la sociedad patriarcal. Las limitaciones materiales de las mujeres son ampliamente discutidas a nivel mundial, nos sería necesario citar a Greer cuando dice que las mujeres tienen menos acceso a los recursos económicos que los hombres, es más fácil y efectivo leer cualquier informe de Las Naciones Unidas en torno al tema:

La pobreza tiene mayor efecto sobre las mujeres, y por esa misma razón, brindar a las mujeres la posibilidad de emanciparse, desarrollar sus capacidades y ejercerlas hace avanzar más rápida y sólidamente la lucha contra la pobreza. Si existe un porcentaje mayor de mujeres que sufren distintas formas de pobreza es porque éstas no disponen acceso igualitario a la educación, los medios de producción y la propiedad y control de los bienes, que en ciertos casos se combina con la falta de igualdad de derechos dentro de la familia y de la sociedad. Esta situación tiene una influencia negativa en el hogar en su conjunto, especialmente en los niños y por consiguiente, en toda la comunidad. (2005: 1)

Sin embargo, percibimos que no es éste el tema en torno al cual gira el nuevo discurso feminista, lo que incluye a Greer. El problema es más bien simbólico, de representaciones, de identidad, de ello damos ejemplo a continuación:

In the last thirty years women have come a long, long way; our lives are nobler and richer than they were, but they are also fiendishly difficult. From the beginning feminists have been aware that the causes of female suffering can be grouped under the heading “contradictory expectations.” The contradictions women face have never been more bruising than they are now. The career woman does not know if she is to do her job like a man or like herself. Is she supposed to change the organization or knuckle under to it? Is motherhood a privilege or a punishment? Even if it had been real, equality would have been a poor substitute for liberation; fake equality is leading women into double jeopardy. The rhetoric of equality is being used in the name of political correctness to mask the hammering that women are taking. When The Female Eunuch was written our daughters were not cutting or starving themselves (esto lo dice la autora con referencia a la cirugía plástica y la angustia en torno al exceso de peso) On every side speechless women endure endless hardship, grief and pain, in a world system that creates billions of losers for every handful of winners. It’s time to get angry again.” (Greer, 1999: 5)

El planteamiento parece ser más bien que si se lograran los cambios simbólicos, los cambios cognoscitivos, más allá de las concesiones que se ha hecho a nivel mundial para incluir los nichos sociales antes reservados exclusivamente para los hombres, habría una mejoría que se sentiría en todos los planos de la sociedad. En el capítulo a continuación proseguimos con el análisis de la estructura temática de los libros de Greer.

III. Estructuras esquemáticas

En esta sección del estudio analizaremos las estructuras esquemáticas de ambos libros de una forma comparativa, ya que estas publicaciones son presentadas por la autora como dos elementos que conforman un todo. Dadas las características de los libros, llevaremos a cabo este análisis a partir de los índices tanto de La mujer eunuco como de La mujer completa., aunque observaremos con un poco más de detalle la estructura de los capítulos introductorias y conclusivos de estos libros. Este análisis de los índices se debe a que los dos son muy similares. La autora parece haber tenido la intención de unificar los libros por medio de los nombres de sus capítulos y a su vez de diferenciarlos con las mínimas variaciones que incluyó.

Teun van Dijk (1999) llama ”estructuras esquemáticas” (p.262) al orden en el que aparece la información dentro un discurso. Considera que el orden de aparición de la información en un discurso funciona del mismo modo que la sintaxis de una oración, la que puede conllevar una intención discursiva (como el uso de la voz pasiva para ocultar el sujeto responsable, o la nominalización de una acción para resaltar su importancia). Aclara también que en el orden de una “estructura esquemática” hay ciertas secuencias de categoría de información que son obligatorias, como podría ser el saludo y la despedida de una carta. Sin embargo dice que algunas categorías (y cita el ejemplo de aportar los antecedentes en una crónica) no son necesarias.

A continuación presentamos un esquema de los índices de cada uno de los libros. Conservaremos los nombres de cada capítulo en inglés para darle continuidad al análisis que hemos venido haciendo del texto en su lengua original de publicación:

La mujer eunuco

La mujer completa

SUMMARY

RECANTATION

WARM-UP

BODY

Gender

Bones

Curves

Hair

Sex

The Wicked Womb

BODY

Beauty

Manmade Women

Womb

Breasts

Food

Pantomime Dames

Manmade Mothers

Abortion

Mutilation

Our Bodies, Our Selves

SOUL

The Stereotype

Energy

Baby

Girl

Puberty

The Psychological Sell

The Raw Material

Womanpower

Work

MIND

Work

Housework

Shopping

Estrogen

Testosterone

Soldiers

Sorrow

Sex

LOVE

The Ideal

Altruism

Egotism

Obsession

Romance

The Object of Male Fantasy

The Middle-Class Myth of Love and Marriage

Family

Security

LOVE

Mothers

Fathers

Daughters

Sisters

The Love of Women

Single

Wives

HATE

Loathing and Disgust

Abuse

Misery

Resentment

Rebellion

POWER

Emasculation

Fear

Loathing

Masculinity

Equality

Girlpower

Liberation

REVOLUTION

Vemos en este esquema la similitud que existe entre un índice y otro. Ambos libros se dividen en 7 partes. La mujer eunuco tiene el capítulo conclusivo separado de los demás y un solo capítulo introductorio. Por su parte, La mujer completa tiene dos capítulos introductorios y la conclusión está incluida como un sub-capítulo de la última parte del libro. Interpretamos que esto se debe a que en La mujer eunuco Greer estableció una estructura convencional en donde hay un capítulo de apertura, varios capítulos de desarrollo y un capítulo de cierre. Mientras que en La mujer completa la autora debe romper con dicha estructura para poder relacionar un libro con el otro, para unirlos por medio del puente que construye con del capítulo llamado “Recantation”, título que hace referencia al hecho de que el segundo libro es presentado como una suerte de palinodia, una recantación de las ideas presentes en el primero. Greer comenta sus propias ideas y dice estar de acuerdo con sus propios argumentos 30 años después, al menos en la gran mayoría de los casos. En algunos momentos, incluso, amplía sus propios planteamientos, ya sea para esclarecerlos o para complementarlos.

“This sequel to The Female Eunuco is the book I said I would never write.” (Greer, 1999: 3-5) es la primera línea de “Recantation”. En esta introducción Greer aclara los siguientes puntos:

1. El conformismo del feminismo occidental es sumamente peligroso para la verdadera libertad de las mujeres y las mujeres contemporáneas con Greer que deberían luchar en contra de este conformismo, parecen estar más bien conformes pues personalmente han obtenido posición y dinero, lo que obliga a la autora a alzar la voz nuevamente.

2. La liberación no puede estar basada en la asimilación sino más bien en reconocer y abrir espacios dignos para las diferencias.

3. La identidad femenina no sólo no ha sido perfilada apropiadamente por las mujeres sino que por el contrario se ha consolidada sobre las bases de preceptos erróneos. When The Female Eunuch was written our daughters were not cutting or starving themselves” (Greer, 1999: 5) con lo que hace referencia a la esclavitud estética que viven las mujeres en la actualidad debido a los estereotipos establecidos por la percepción de la mujer como objeto sexual que el movimiento de los sesenta y setenta no logró erradicar.

El capítulo de introducción de La mujer eunuco se llama simplemente “Summary” como es frecuente en un libro de ensayos, ya que allí se sintetiza el trabajo global del libro. Plantea la tesis de que el llamado del movimiento no es a hacer una reforma sino a llevar a cabo una revolución y que gracias a las sufragistas en un futuro esta revolución podría tener lugar, pero que las sufragistas fueron tímidas en su esfuerzo.

This book is part of the second feminist wave. The old suffragettes, who served their prison term and lived on through the years of gradual admission of women into professions which they declined to follow, into parliamentary freedoms which they declined to exercise, into academies which they used more and more as shops where they could take out degrees while waiting to get married, have seen their spirit revive in younger women with new and vital cast (Greer, 1970: 11)

Así inicia Greer (1970) este libro de ensayos, con una crítica hacia sus antecesoras.

Revolution ought to entail the correction of some of the false perspectives which our assumptions about womanhood, sex, love and society have combined to create () If women liberate themselves, they will perforce liberate their oppressors: (Greer, 1970: 18)

Explica lo que sí debe hacerse, señala el camino a seguir para efectivamente lograr los cambios que considera necesarios para liberar a las mujeres. En tal sentido, hay dos ideas claras, por una parte que la concepción que se tiene del sexo femenino, desde el punto de vista tanto científico como social, es errada y por otra que el sistema social, tal y como está concebido, debe cambiar. La autora se refiere con frecuencia a la agresividad y la competitividad presentes en nuestras sociedades modernas características de la estructura patriarcal que las rige (cf. Greer, 1999:161 pa. 7 de Identidad). Estas dos ideas, como ya explicamos en la sección anterior de esta investigación, se repiten a lo largo de ambos libros; tan solo en la introducción de La mujer eunuco son mencionadas varias veces. Damos un ejemplo de ello:

If the present economic structure can change only by collapsing, then it had better collapse as soon as possible (…) Freudians will object that by setting aside the conventional account of the female psyche, and relying upon a concept of woman which cannot be found to exist, the book is mere metaphysics, forgetting the metaphysical basis of their own doctrine (Greer, 1970: 21)

Cierra el capítulo con una advertencia, recurso recurrente en su discurso. Hemos notado que en diversos textos de teoría feminista con frecuencia se puede hallar advertencias sobre el efecto del texto, sobre lo impactante que será, lo agresivo y antipático.

Camille Paglia (19991) dijo, por ejemplo, en un discurso en el Massachussets Institute of Technology, en Cambridge, EE.UU, que su misión era la de ser tan completamente dolorosa como le fuera posible en cualquier situación, por ser representante del pensamiento libre en una época en donde hay una suerte de atolladero general en el pensamiento contemporáneo. (Crisis In The American Universities, para. 3)

Quizás en las siguientes palabras de Nuria Verela (2005) esté la respuesta al por qué de este estilo en la escritura feminista:

El feminismo es un impertinente ‑como llama la Real Academia Española a todo aquello que molesta de palabra o de obra ‑. Es muy fácil hacer la prueba. Basta con mencionarlo. Se dice feminismo y cual palabra mágica, inmediatamente, nuestros interlocutores tuercen el gesto, muestran desagrado, se ponen a la defensiva o, directamente, comienza la refriega. (Varela, 1)

Greer (1999), después de haber hecho un muy breve resumen de cada uno de los capítulos de su libro, cierra el capítulo de apertura de La mujer eunuco con esta advertencia sobre su contenido y el efecto que debería tener el texto en los lectores:

If it is not ridiculed or reviled, it will have failed of its intention. If the most successful feminine parasites do not find it offensive, then it is innocuous. What they can tolerate is intolerable for a woman with any pride. The opponents of female suffrage lamented that women’s emancipation would mean the end of marriage, morality and the state; their extremism was more clear-sighted than the woolly benevolence of liberals and humanists, who thought that giving women a measure of freedom would not upset anything. When we reap the harvest which the unwitting suffragettes sowed we shall see that the anti-feminists were after all right. (Greer, 1970: 22)

Por su parte, la segunda sección introductoria de La mujer completa se titula Warm-up y en ella la autora analiza la trayectoria que tuvieron los cambios sociales logrados por el movimiento feminista de los años 70, pero no resume el libro que estamos apunto de leer. Más bien explica por qué lo escribió, lo que tiene sentido pues es éste la segunda parte de La mujer eunuco. Incurre con insistentes ejemplos en el rol político de la mujer desde entonces y, potencialmente, en adelante. Nuevamente hace hincapié en la idea de que el movimiento feminista estará siempre limitado hasta tanto no existan cambio radicales en las bases de la estructura social hegemónica existente. También presenta el argumento de que debido al manejo de los medios de comunicación masivos y al hecho de que la sociedad en general malinterpretó la revolución sexual, las mujeres están, en algunos aspectos, peor que antes. A continuación, algunos ejemplos de dicho capítulo:

No sooner had I caught sight of the whole woman than western marketing came blaring down upon her with its vast panoply of spectacular effects, strutting and trumpeting the highly seductive gospel of salvation according to hipless, wombless, hard-titted Barbies (…) This insidious process was floated on the lie of the sexual revolution (…)The legitimization of the hunt for the perfect orgasm has greatly increased the extent and range of prostitution (…) A person working as a prostitute to fund a drug habit is the least free individual on the planet.  (Greer, 1999: 10)

En esta cita la autora hace referencia a la manipulación por parte de los medios de comunicación y la hegemonía de las sociedades consumistas, así como a las consecuencias negativas de la llamada revolución sexual. Por su parte, el párrafo que citamos a continuación habla de cómo es que esos cambios estructurales que no ocurrieron en la sociedad, han desvirtuado, incluso, al feminismo como tal, ahora adherido a las fuentes de las injusticias más cruentas del mundo.

So-called ‘free’ economies are not kind to women who find they must sell whatever they have that is marketable in order to pay market rates for food and housing. ’User pays’ is a fine principle, but not if you are ill or disabled or a child or responsible for a child. Women have historically been committed to caring; if they are now condemned to be uncaring, can this be a liberation? Or should feminists establish the female principle of caring as a political principle? To do that would be to become the most absurd and outmoded of beings, a socialist (…) It is chokingly bitter irony that feminism accomplishes most within the confines of the superpower that grinds the life out of the world’s women, makes war on them and starves their children. (Greer, 1999: pp. 12-13)

No citamos los fragmentos en donde Greer habla de estadísticas de participación de mujeres en la política, pero sentimos que con estas citas mostramos con claridad su posición ante el sin fin de injusticias que señala. Agregaremos una cita más de este capítulo para ilustrar lo que percibimos como una introducción del lenguaje efectista, en este caso hasta soez, que predomina a lo largo del libro.

Women always did shit work; now that the only work there is shit work men are unemployed. Non-shit work will become shit if women in any numbers get to do it. Prestige and power have seeped out of professions as women joined them. Teaching is already rockbottom; medicine is sliding fast. (Greer, 1999: 18)

De estos capítulos introductorios de ambos libros vemos que Greer se presenta a sí misma como ideóloga del feminismo, al decir de sí misma cosas como que era necesario que escribiera el segundo libro y que presente El eunuco femenino como pieza clave del feminismo de la segunda ola. Por su parte, Teun van Dijk (1999) aclara que las :

…representaciones más o menos estables deben ser adquiridas, cambiadas o eliminadas por los grupos y sus miembros, y tales procesos de cambio, si bien lentos, por supuesto necesitan una explicación de naturaleza más dinámica. Esto es, todas las estructuras, incluso las de las ideologías, también necesitan, al fin y al cabo, una explicación de su construcción activa (formación o cambio) por miembros del grupo en contextos sociales (p.80)

Greer explica en estos capítulos, no sólo el contenido de sus libros, sino también, en el primero, La mujer eunuco, que ella forma parte de una nueva generación. Dice que se ofrece una nueva voz y que le corresponde brindar alternativas más radicales para el movimiento de liberación femenino, el cual no podrá tener éxito mientras el sistema patriarcal establecido no sea reestructurado desde sus bases. En 1999, retoma las ideas respecto al cambio radical necesario, se identifica ahora como de una vieja generación que debe actuar en vista de que las nuevas generaciones no lo hacen.  Critica muy específicamente la economía capitalista, la manipulación mediática de las masas y precisa que el feminismo no debe ser otra cosa que un socialismo activo. Dice que la libertad de unas mujeres contribuye en mucho a la esclavitud de otras. Su argumento es que no podemos llamar “liberación femenina” a logros que se obtienen únicamente dentro de ámbitos privilegiados del mundo capitalista hegemónico, cuyo consumo de recursos para sostener el simple funcionamiento cotidiano de sus economías oprime a poblaciones enteras con falta de agua y comida.

Para resumir estos capítulos introductorias podemos decir que en La mujer eunuco se habla de lo que encontrará el lector en el libro y en La mujer completa de los resultados del feminismo a partir de los años setenta y la necesidad de seguir luchando, introduciendo de antemano la advertencia general de su libro, “El feminismo ‘occidental’ debe ser socialista, para ahora contribuir con la verdadera revolución femenina, la que vendrá de las víctimas de la economía neoliberal:

The ideological battles that feminist theorists are engaged in are necessary but they are preliminary to the emergence of female power, which will not flor decorously out from the universities or from the consumerist women’s press. Female power will rush upon us in the persons of women who have nothing to lose, having lost everything already. It could surge up in China where so many women divorced for bearing girl children are living and working together, or in Thailand where prostitution and AIDS are destroying a generation, in Iran or anywhere else where women are on a collision course with Islamic fundamentalism, or anywhere the famished labourer sees luxury foods foe the western market grown on the land which used to provide for her and her children. And the women of the rich world had better hope that when female energy ignites they do not find themselves on the wrong side. (Greer, 1999:343)

El primero de los libros tiene una secuencia clásica: una introducción, que resume el contenido general del libro, desarrollo y conclusión. El segundo mira hacia atrás, hacia el contenido del trabajo previo, pero introduce de antemano la idea que posteriormente elaborará en su cierre.

A partir de ese punto ambos libros tienen estructuras muy similares. “Body”, “Soul“, “Love“, “Hate“ son los títulos de los tres capítulos del desarrollo de La mujer eunuco y “Body“, “Mind“, “Love“, “Power“ los de La mujer completa.

El capítulo “Body” de ambos libros explora la concepción errada que se tiene de las características biológicas del ser “hembra”. La mujer eunuco centra su interés en las preconcepciones científicas del cuerpo humano y La mujer completa se ocupa más de la tergiversación social, por medio de la influencia de la manipulación mediática. Dice Greer (1970) en su introducción sobre el capítulo “Body” en La mujer eunuco:

Female sexuality has always been a fascinating topic; this discussion of it attempts to show how female sexuality has been masked and deformed by most observers, and never more than in our own time. (p.15)

Todo este capítulo en La mujer eunuco puede ser reducido a la premisa de que la concepción científica que se tiene de la mujer, de su anatomía, es una construcción social que busca presentarla como una ser limitado en relación con el hombre por medio de resultados de dudosas investigaciones científicas.

En La mujer eunuco todas las subdivisiones de “Body” (“Gender”, “Bones”, “Curves”, “Hair”, “Sex”, “The Wicked Womb”) hablan fundamentalmente de los resultados de estudios científicos y de estereotipos que son culturalmente aceptados, pero esencialmente erróneos y convenientes para sostener el sistema patriarcal. En La mujer completa, en cambio, la autora se centra más bien en el rechazo que han desarrollado las mujeres de su propio cuerpo. Esto se debe, según la autora, a los intereses económicos tras la manipulación de las campañas publicitarias. Todo lo cual halla su base en esa imagen errada de la condición biológica del ser mujer que Greer denuncia en el primer libro. El nuevo problema que observa Greer es que ahora estas ideas erróneas sobre la mujer son impuestas a las mujeres por las mujeres mismas, quienes voluntariamente se someten a los intereses económicos de la industria médica y farmacológica. Para ello aborda los siguientes temas en orden de aparición:

1. “Beauty”: la autora dice que en la actualidad las mujeres son víctimas silenciosas del desorden dismórfico del cuerpo (BDD) el cual es un desorden psicológico definido como la preocupación obsesiva con un defecto que una persona siente tener en su aspecto físico.

2. “Manmade Women”: consumo masivo de productos y procedimientos cosméticos, lo que incluye las cirugías.

3. “Womb”: histerectomía.

4. “Breasts”: cáncer de mamas.

5. “Food”. Anorexia.

6. “Pantomime Dames” transexualidad.

7. “Manmade mother”: la falta de ética en el desarrollo de la tecnología reproductiva, tanto en la producción de anticonceptivos como en los tratamientos para la fertilidad. 8. “Abortion”: la contracepción no debería estar en manos de las mujeres por definición, promueve el uso del preservativo y acusa a los anticonceptivos actuales de ser métodos abortivos al tiempo que explica la posición ”pro-choice” del movimiento feminista.

9. “Mutilation”. Circuncisión femenina vs. episiotomías y partos por cesárea (ambas intervenciones son comparadas por la autora).

10. “Our Bodies, Our Selves” El exceso del escaneo cervical para el control de cáncer como un acoso psicológico a la mujer.

El siguiente capítulo se titula “Soul” en La mujer eunuco y “Mind” en La mujer completa. En el primero de los libros se habla sobre la construcción del estereotipo social del alma femenina desde el nacimiento hasta el tratamiento psicológico de las mujeres que no lo logran adaptarse a la inducción inapropiada para su condición humana. Las dos últimas sub-divisiones de estos capítulos, “Womenpower” y “Work” abordan nuevamente el estereotipo de la inferioridad biológica de las mujeres y presentan estadísticas que reflejan su participación en la fuerza laboral y algunas historias sobre mujeres exitosas.

Por su parte, en La mujer completa el tema abordado en “Mind” es la descomposición y a su vez la fortaleza de la psique femenina. Se siente en esta sección del segundo libro un tono menos optimista, quizás porque habla de mujeres que en teoría ya son libres. Es curioso que el penúltimo capítulo de “Mind” hable del dolor que pueden haber sentido las mujeres justamente al usar el poder y la fuerza que según datos científicos aún en los setenta ellas no tenían. La tesis de la autora es que la entrada al mundo masculino fue muy dolorosa: de hecho titula la sección “Sorrow”. Algo similar ocurre con el subtitulo “Sex”, el último de este capítulo. En “Work”, de La mujer eunuco, la premisa era que las mujeres eran fuertes y debían mostrarse, abrirse, liberarse, mientras que en “Sex”, de La mujer completa, la autora dice que el llamado del feminismo era a desmitificar el cuerpo femenino en su totalidad, pero lo que realmente sucedió fue la lamentable pérdida de la intimidad.

“Love” es el tercer capítulo de ambos libros y en ambos casos la temática gira en torno a la familia. Pero en La mujer eunuco las sub-divisiones tienen nombres de actitudes y emociones como “Altruism”, “Obsesion”, “Romance” y en La mujer completa la autora usa más bien figuras como “Mother”, “Father”, “Daughter”. Podemos resumir que esta sección de La mujer eunuco básicamente deconstruye los componentes emocionales que giran en torno a y componen las relaciones familiares, para concluir que la verdadera liberación de las mujeres está en evadir el matrimonio. El capítulo “Love” de La mujer completa dice que las mujeres, como nunca antes, se han quedado solas con la responsabilidad del cuidado de los hijos y la carga económica entera del hogar.

“Hate” en La mujer eunuco (Greer, 1970) fue reemplazado por “Power” en La mujer completa (Greer, 1999). En este capítulo en particular observamos que la autora hace una correspondencia un poco más exacta que en los anteriores. Para ilustrarlo con mayor facilidad haremos un pequeño cuadro:

“Hate” (Greer, 1970)

“Power” (Greer, 1999)

Loathing and Disgust

Los hombres sienten repulsión sexual por las mujeres

Emasculation

Se culpa a las feministas por la pérdida de la masculinidad que han sufrido los hombres, una nueva cara del viejo odio.

Abuse

Las mujeres sufren abusos y vejaciones constantes.

Fear

Las mujeres han desarrollado un temor profundo al hombre debido al abuso, y Greer exhorta a las mujeres a dejar de sentir tanto miedo.

Misery

El ama de casa vive una vida miserable, abandonada en el hogar y maltratada de alguna manera por su marido y la sociedad y sin la posibilidad de poder denunciar la situación, de salir de ella.

Loathing

Persiste el odio de los hombres hacia las mujeres, y el silencio forzoso del ama de casa miserable sigue latente en la actualidad. La misoginia se ha profundizado y con ella se ha elevado el tono de condena a la mujer que se queja. Ahora son acusadas de odiar a los hombres también, lo que Greer no considera posible.

Resentment

La miseria causa resentimiento y las mujeres lo muestran humillando a sus parejas, específicamente por medio de la agresión hacia su masculinidad, su fuerza, su virilidad, su gallardía.

Masculinity

La masculinidad es una construcción social, un sistema que sostiene a la sociedad corporativa.

Rebellion

Esta sección presenta un recuento histórico del movimiento feminista, enumera las estrategias y personajes en ejercicio hasta 1970. Rescata la imagen de Betty Friedan, expuesta en el capítulo introductorio como parte de una viaje guardia poco comprometida con la verdadera liberación.

Equality

Girlpower

Liberation

Estas tres secciones cumplen la misma función que la sección “Rebellion” en La mujer eunuco. Son simplemente tres subdivisiones de la historia reciente del feminismo. Lo que sí llama la atención es que “Liberation” no sea un capítulo separado. Al leerlo entendemos por qué: no ofrece un plan de acción como tal. El resumen de esta última sección podría ser que si el feminismo no se convierte en socialismo, no será ni logrará nada significativo.

Por último vemos el capítulo final de La mujer eunuco, “Revolution”. Aquí el argumento principal de Greer es que hay que cambiar todas las estructuras de la sociedad. Dice que no se debe confundir la rebelión, título de una sección previa donde habla de la historia de la lucha de las mujeres, con la revolución, la cual debe alejarse de la guerra y la violencia. Establecimos en el cuadro anterior una relación entre este capítulo final y la sub-división final en el último capítulo de La mujer completa.  Al respecto podemos agregar que hay un paralelismo entre esta oposición de rebelión vs. revolución y la oposición que la autora presenta en “Liberation” entre conformismo versus complacencia por logros reales.

En conclusión, vemos que La mujer completa (1999) fue claramente escrito siguiendo el orden temático de primer libro, La mujer eunuco (1970). El segundo recoge las ideas del primero, y de hecho anuncia que lo hará en un primer capítulo introductorio, en “Recantation”. Ambos libros, tienen una introducción, en La mujer eunuco hay un capítulo conclusivo extra cuatro y en La mujer completa un capítulo de apertura extra, y grandes segmentos. ''Body,'' Soul,''Love'' and ''Hate'' de La mujer eunuco se convierten en: ''Body,'' Soul,''Love'' and ''Hate''. Esto se traduce a grandes rasgos en las nociones de: 1. género y cuerpo, 2. género psique, 3. género y familia y 4. género y sociedad: El cambio de “Soul” a “Mind” y de “Hate” a Power”, tienen implícitos los avances en la vida pública que ha tenido la mujer, pero también que la mujer ha conquistado el mundo masculino sin reformularse a sí misma. En “Soul” la autora habla sobre el bombardeo a la psique de la mujer, en “Mind” habla de los logros que han tenido las mujeres dentro de las condiciones de una psique bombardeada, pero en las condiciones de igualdad con los hombres logradas por el feminismo de la segunda ola. Algo similar ocurre con “Hate” y “Power”, el odio habla de algo irracional, una fuerza pasional transformada en un poder falso que nunca modificó los cimientos de la identidad femenina. La mujer eunuco era un libro que proponía la creación de nuevas estructuras, por eso cierra con un capítulo adicional, muy explícitamente titulado “Revolution”. La mujer completa, en cambio, es un libro que asegura que dichas estructuras nunca fueron creadas. Por eso hace una recantación de su discurso.

IV. Análisis de estructuras retóricas y análisis léxico

“Si queremos saber qué apariencia tienen las ideologías, cómo funcionan y cómo se crean, cambian y reproducen, necesitamos observar detalladamente sus manifestaciones discursivas” (van dijk, 1999: 19)

Teun van Dijk (1999), al hablar de “poder y dominación” (p. 206), dice que para lograr que los demás hagan lo que queremos que hagan es necesario emplear ciertos recursos. Es necesario coaccionar al otro de alguna manera. Se puede utilizar la violencia física –típicamente masculina, dice van Dijk– o se puede usar sistemas de dominio institucionales como la represión económica, el embargo. Pero también hay métodos más sutiles a los cuales recurrir y también más apropiados característicos del tipo de enfoque que tiene este autor en torno a las ideologías. Habla van Dijk del poder la persuasión inherente a las ideologías, por medio de la cual se logra el control de las mentes de los dominados (p.207).

En esta sección de nuestro análisis observaremos algunas figuras retóricas presentes a lo largo del discurso de Germaine Greer, así como la selección del léxico que hace la autora. Pues estas son algunas de las herramientas que van Dijk (1999) señala como medios de dominación. Al respecto dice:

Este estudio, ese tipo de control discursivo e ideológico será tomado como el ejemplo principal del poder y la dominación que parece prevalecer en las sociedades contemporáneas de la “información y la comunicación”, en las cuales el conocimiento y el acceso a los medios de comunicación y al discurso público son recursos esenciales para el control de las mentes y, por tanto, indirectamente, de las acciones, de los otros. (1999: 207)

Es importante recordar que en este estudio sobre las ideologías no sólo se contempla el ejercicio de la reproducción ideológica para dominar a otro grupo, sino que también sirven reafirmar posiciones dentro de un grupo que más bien se rebela ante la dominación. En tal sentido, veamos lo que comenta van Dijk (1999):

En mi análisis comencé con la hipótesis de que las ideologías son sistemas de principios básicos compartidos socialmente por los grupos. Tales ideologías tienen una serie de funciones cognitivas y sociales, incluyendo la de mantener la cohesión y solidaridad del grupo, así como la de proteger (o de adquirir) recursos sociales escasos. En resumen, socialmente las ideologías se desarrollan para asegurarse de que los miembros del grupo piensen, crean y actúen de tal modo que sus acciones redunden en su propio beneficio y en el del grupo en general. Esta función social “coordinadora” sirve al interés del grupo en sus relaciones con otros grupos. (p. 208)

Éste es, sin duda, el caso del discurso feminista. Y las herramientas de persuasión que podríamos también interpretar como de manipulación por parte de Germaine Greer, buscan principalmente obtener reacciones que vayan en beneficio las mujeres. El fin de los giros discursivos de la autora, con todo el efectismo y la exageración del que puedan estar cargados, no es otro que la mejoría de la vida de las mujeres. A veces sentimos que Greer utiliza una especie de tratamiento de shock para despertar el impulso que ayude a las mujeres a edificar esa identidad propia muchas ramas del feminismo identifican como eje central del cambio social necesario.

Veremos pues algunos ejemplos de figuras retóricas, muy características del discurso de esta ideóloga feminista. Tomaremos una metáfora, algunas ironías y una comparación que consideramos ilustran su estilo y su poder de persuasión.

Estructuras retóricas

Teun van Dijk (1999) dice respecto a las figuras retóricas, entre ellas las metáforas, la ironía y la comparación, que “son opcionales y sirven especialmente en contextos persuasivos y, más generalmente, para atraer o manejar la atención de los receptores”. (p.263)

La metáfora

Five years ago it seemed clear that emancipation had failed: the number of women in Parliament had settled at a low level; the number of professional women had stabilized as a tiny minority; the pattern of female employment had emerged as underpaid, menial and supportive. The cage door had been opened but the canary had refused to fly out. The conclusion was that the cage door ought never to have opened because canaries are made for captivity; the suggestion of an alternative had only confused and saddened them. (Greer, 1970: 12) (La cursiva es mía)

Esta metáfora en particular tiene mucha importancia dentro de la estructura de La mujer eunuco. La hallamos al inicio y justamente forma parte de los ejes temáticos del libro: hay que reevaluar el rol del feminismo, sus métodos y sus decisiones. La jaula y el canario son la metáfora que resume los párrafos previos, donde Greer asevera que el trabajo de las sufragistas se vio coaccionado antes de obtener verdaderos frutos. Al llamar “canarios” a las mujeres que no quisieron asumir los puestos que en teoría se abrieron para ellas, Greer implica que fueron frágiles. Esta es sin duda una metáfora irónica, o lo que es más, sarcástica, pues conlleva un tono de burla, sobre todo cuando dice que estos canarios (las mujeres) estaban hechos para el cautiverio, y que la apertura de su jaula sólo logró provocarles miedo. Es como decirle a alguien que está a punto de rendirse, ¡pero ríndete! Con la intención de obtener su atención, en primer lugar, provocar su ira, y  con ello transmitirle quizás la energía necesaria para seguir.

La ironía

With modern technology nobody needs to die of the diseases of malnutrition anymore; every year untold millions of people do just that. We could distribute food rationally from places of plenty to places of scarcity; we don’t. We could provide everyone on earth with clean water; we don’t. We could use our standing armies and billions of pounds’ worth of materiel to protect people against the consequences of natural disasters; we don’t. There is an unmet need for family planning around the world, but if we acknowledge no responsibility for feeding and educating children we need not trouble whether they were wanted or not. Such skinny brown children will make small demands upon the ecosphere and they will soon die off. (Greer, 1999: 334) (la cursiva es mía)

Esta ironía la hallamos en el capítulo de cierre de La mujer completa, cuyo argumento final es que el feminismo debe convertirse en puro y simple socialismo o no tendrá nunca sentido alguno. Greer ironiza con la imagen de niños desnutridos, con una esperanza de vida muy corta para atraer la atención de quienes no toman conciencia de que hay actitudes cotidianas en la población del primer mundo que causan la muerte de estos niños. La ironía radica en decir que semejante crueldad no tiene importancia. En aseverar que a la gente no le importa la muerte de niños por malnutrición, y es sumamente contundente, porque es cierto que la agenda feminista no tiene en el tope de sus prioridades solventar la hambruna mundial, a pesar de lo dolorosamente vinculada que ésta esta a las condiciones mundiales de las mujeres, sobre todo en los países en desarrollo (por usar alguno de los numerosos e inadecuados términos para nombrar a las naciones más débiles y pisoteadas)

La comparación

Una de las comparaciones más impactantes que hace Greer (1999) en La mujer completa, y también la más señalada por la crítica internacional es la comparación entre la circuncisión masculina y la circuncisión femenina, “Female Genital Mutilation (FGM)” (p.101). Veamos cómo construye la autora el argumento.

Human beings have always modified the external appearance of their bodies in one way or another; one man’s beautification is another man’s mutilation. Looked at in it’s full context the criminalization of FGM can be seen to be what African nationalists since Jomo Kenyatta[5] have been calling it, an attack on cultural identity (…) Male genital mutilation is considered trivial; female genital mutilation is considered devastating even if it involves nothing more than nicking the prepuce of the clitoris to provoke ritual bleeding (Greer, 1999: 102-103)

Más adelante en el texto la autora agrega que quizás una joven de Somalia puede percibir su circuncisión como la entra al círculo cultural al cual pertenece y que en lugar de criminalizarlo, la sociedad podría ofrecerle alas mujeres que siguen este ritual el mismo tipo de condiciones de higiene y control que cualquier punk de una comunidad estadounidense puede recibir para ponerse un piercing en el clítoris.

Ésta es sin duda una de las comparaciones más efectistas y a la vez efectivas del libro. Pues contextualiza un prejuicio cultural. Nos hace pensar que ciertos criterios que damos por sentado quizás requieran revisión y que tal vez detrás de algunas regulaciones que nos han vendido como un servicio para el bien de la humanidad, en realidad esconden intereses menos nobles. Son maneras de crear conciencia por medio del movimiento de pensamientos estáticos, es decir, es una noción general que la circuncisión femenina puede ser muy peligrosa y puede también significar daños permanentes para las jóvenes que son sometidas a ella. Por otra parte, la circuncisión masculina es aceptada mundialmente como una práctica casi natural. Pero en ambos casos puede haber situaciones que contradicen esas nociones, hay circuncisiones femeninas muy leves que se hacen en medio de rituales no más criticables que el hecho de abrirle orificios en las orejas a cuanto bebé hembra nace en Venezuela, por ejemplo. Del mismo modo, hay circunstancias en las que la circuncisión masculina representa un grave peligro para el niño a quien se le practica, pero estas posibilidades escasamente se nos ocurren y comparaciones como ésta nos hacen reconsiderar nuestras preconcepciones.

2. Análisis léxico

Respecto al análisis léxico van Dijk (1999) dice:

Los significados del discurso son el resultado la selección de porciones relevantes de modelos mentales sobre acontecimientos. Esto es, el conocimiento sobre acontecimientos es proyectado a significados verbalmente expresados del texto y la conversación y, por ende, es restringido parcialmente por los posibles significados de palabras y oraciones en un lenguaje o cultura dados. Puesto que los modelos incluyen opiniones, las que a su vez pueden tener una base ideológica, también los significados que derivan de esos modelos “ideológicos” (distorsionados, etc.) pueden incluir aspectos ideológicos. Muchas de estas opiniones pueden volverse convencionales y codificarse en el léxico, como lo sugieren los significados negativo y positivo, respectivamente, del conocido par “terroristas” versus “luchadores por la libertad” (…) el simple hecho de explicar todas las implicaciones de las palabras utilizadas en un discurso y contexto específicos provee, a menudo, un amplio conjunto de significados ideológicos. Como método práctico, la sustitución de una palabra por otras muestra inmediatamente la diferencia semántica y, a menudo, los “efectos” ideológicos de dicha sustitución. (van Dijk, 1999: 256)

A continuación y para cerrar la sección analítica de nuestra investigación previa a la redacción del ensayo crítico, haremos justamente lo que sugiere van Dijk, sustituiremos algunos términos en oraciones seleccionadas de los textos de Greer (1970, 1999). Veremos así estos efectos ideológicos que menciona el analista del discurso.

2.1. La temática de este primer ejemplo es nuevamente la crítica hacia las feministas de la vieja guardia, al respecto Greer (1970) dice:

The membership of our group until recently has been far too old for my liking. After de ecstasy of direct action, the militant ladies of two generation ago settled down to work of consolidation in hosts of small organizations (…) The new emphasis is different. Then genteel middle-class ladies clamoured for reform, now ungenteel middle-class women are calling for revolution” (p. 11) (La cursive es mía)

No analizaremos en esta frase todas y cada una de las elecciones lexicales pues la frase casi en su totalidad presenta elecciones tendenciosas, simplemente elegimos las más representativas.

En primer lugar hallamos la palabra “membership”. Si reemplazáramos este concepto de membresía simplemente por la palabra “member” disminuiría la severidad del comentario, ya que al hablar de “membership” se está implicando que el grupo es cerrado, selecto, como si se tratara de un club y no de un movimiento social. Podríamos también reemplazar el término con la palabra “women” y se reduciría aún más esta noción de grupo cerrado.

Seguidamente encontramos el vocablo “esctasy” definido por el Webster's New Twentieth Centruy Dictionary (1953) del siguiente modo:

“Primarily, a fixed state; a trance; a state in which the mind is arrested and fixed, or, as is said, lost; a state in which the functions of the senses are suspended by the contemplation of some extraordinary or supernatural object.” [6] (p. 547)

Lo que implica que Greer haya utilizado una palabra que habla de una suerte de rapto mental para describir la sensación que tenían las mujeres activistas del sufragismo mientras hacían acciones de calle es que era una búsqueda de adrenalina. El vocablo podría sustituirse, pero más claramente podemos ver su efecto si es simplemente eliminado. Cambiaremos en esta frase éste y otros de los vocablos para ilustrar el argumento. Veamos lo que sucede si eliminamos “ecstasy” reemplazamos “ladies” por “women” y “settled down” (cuya connotación es de asentamiento, de entrega perenne, de hecho es el vocablo que se utiliza para hablar de la acción de asentarse para hacer familia):

After the direct action, the militant women of two generation ago began the work of consolidation in hosts of small organizations

La frase redactada de esta forma deja de tener el tono despectivo que tenía en su forma original. Finalmente la autora hace un paralelismo que ya de por sí incluye la sustitución. Las sufragistas en esta frase son representadas de forma negativa y las mujeres de “ahora”, es decir, el grupo de feministas al que pertenecía Greer en 1970 cuando escribió la frase, son representadas de manera positiva.

Then

genteel

middle-class ladies

clamoured for

reform

now

ungenteel

middle-class women

are calling for

revolution

Podemos observar en las sustituciones hechas por la propia autora varias connotaciones. “genteel ladies” es una imagen de suavidad, de dulzura, por la adjetivación y de título social en el sustantivo; el verbo “clamour” habla de una necesidad muy fuerte, de un gran esfuerzo que hicieron estas damas gentiles, es casi un ruego, para solicitar una “reform” concepto bastante moderado. Por otra parte están las “un-genteel women” aquí tanto la adjetivación como el sustantivo crean un imagen de estar al margen de lo social, como una animal salvaje, la mujer natural, que justamente con naturalidad pide, pues se usa el verbo “call for” sin grandes pasiones pues simplemente sabe que es necesaria una “revolution” imagen bastante más violente que la de la reforma.

2. 2. Con frecuencia Greer (1970, 1999) hace referencia a estudios científicos que ella considera dudosos, lo que no siempre explicita, pero siempre que duda, esta duda se siente por medio de las implicaciones evidentes en el discurso. La siguiente oración es un ejemplo de ello en la siguiente frase: “Recently, criminologists have come up with another disconcerting observation about the Y chromosome.” (Greer, 1970: 27) (La cursiva es mía)

En esta frase las palabras clave son el verbo “come up” (verbo menos contundente que “make”, por ejemplo) y los adjetivos “another” y “disconcerting”. “Disconcerting” tiene mucha fuerza y un poco una connotación negativa dado el contexto de un descubrimiento científico, pues implica que éste carece de lógica. El uso de “another” enfatiza que no es la primera vez que los científicos generan información que resulta un tanto sospechosa. Si cambiamos la frase de la siguiente manera: recently, criminologists have made a new surprising observation about the Y chromosome, dudaríamos menos de la información.

2.3. Otro tipo de estrategia que notamos con frecuencia en el discurso de Greer es el uso de lenguaje corriente. En ocasiones, la autora logra ciertos efectos con el cambio de registro. En el capítulo “Manmade Woman” de La mujer completa, Greer (1999) habla de la concepción de la belleza femenina que se ha construido a partir de toda una industria de domésticos manejada por hombres. Varias veces menciona los implantes de senos, pero tomamos dos ejemplos de ellos para ilustrar que el cambio de registro que hace con el vocabulario, tiene efectivamente un impacto semántico importante.

Breast implants were first used to correct disfiguring anomalies of breast development, Such as failure of one breast to develop at all. We would not object to evening breasts up in such a case, but the criteria of unsatisfactoriness keep shifting until naturally small breasts are perceived by everyone as a defect. (p. 36)

Claramente, la autora manifiesta en esta frase estar de acuerdo con los implantes que corrigen anomalías. Pero dos párrafos más adelante, al mencionar el caso de una feminista que se hizo una operación de senos simplemente para aumentar el tamaño de los mismos, Greer (1999) se expresa de la siguiente manera:

“Even old-school feminists would go to the mat for a woman’s right to do what she wants with her body,” said Jan Breslauer, erstwhile teacher of feminist theory at Yale, now famous as the post-post-feminist who bought herself a great pair of bazongas. Women blessed with a great pair of natural bazongas have been less aware of empowerment than the fact that most men were too busy looking at their chests to attend to a word they said. Tit-power does not add up to much, all said and done. The feminist is the person who is entirely unsurprised by both the fact that virtually all cosmetic operations are performed on women and the fact that virtually all the people carving women into acceptable shapes are men. (p. 37) (La cursive es mía)

En primer lugar observamos el uso de adjetivo “erstwhile”, el cual de uso muy formal, en una oración que termina con la palabra “bazongas” en lugar de “breasts” que es la manera como la autora se refiere en casi cualquier otro párrafo. Para hallar “bazongas” en un diccionario tuvimos que recurrir al urbandictionary.com, un página Web creada para recoger definiciones dadas por el público que visita la página donde se almacenan definiciones de modismos, y, como lo llaman en el sitio Web, lenguaje urbano, donde hallamos que es una manera bastante despectiva de referirse a senos muy grandes. Luego Greer cierra este párrafo con esa metáfora en donde presenta a la mujer como un trozo de madera que es esculpida, lo que enfatiza su desacuerdo con la cirugía estética.

De la igualdad a la diferencia

Germaine Greer, una mujer en dos tiempos

En Venezuela pocas personas han oído hablar de Germaine Greer, pero en Europa y en Norteamérica ella es un pilar del movimiento feminista desde que en 1970 escribiera La mujer eunuco. El éxito que obtuvo ese libro fue tal que Greer se convirtió en una suerte de estrella pop de la teoría feminista, es decir, del discurso más contestatario y criticado posible.

En numerosos programas de televisión, ya sean entrevistada o como invitada para jugar un rol en un sitcom incluso en las tablas y en la radio, Germaine Greer, a quien llamaban Germane Queer por su explosivo estilo en la universidad,

Por el studio que hemos hecho sobre su trabajo hay una idea que no logramos soltar, su sitema para estimular el pensamiento de sus lectores es impactarlos, quizás incluso algo así como confundirlos. Defiende lo indefendible y habla

Sin embargo, bien dijo Rafael Vidal (2000) que:

La diversidad y heterogeneidad que caracteriza en la actualidad a este fenómeno social, situado entre los postulados de la igualdad y de la diferencia, para culminar en el cuestionamiento postmetafísico del propio principio de identidad, sólo es interpretable en el marco de la crisis postmoderna de la idea de Historia Universal y del progreso unilineal. (parra. 1)

Greer, sin duda, cuestiona la Historia Universal y el progreso unilineal. Para ella la liberación femenina de los años 60 y 70 no tuvo un desarrollo cronológicamente progresivo, ni son tampoco las “verdades” científicas incuestionables. Ella va hilando, por medio justamente de ese cuestionamiento, un discurso conector entre la igualdad y la diferencia.

Por tanto, las condiciones de posibilidad de una específica conciencia femenina pasan, de forma necesaria, por el discernimiento de los horizontes temporales en los que se inscriben las distintas modalidades del discurso sobre la identidad. Podemos entender por identidad ‘el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales, al que se da prioridad sobre el resto de fuentes de sentido’ (Castells, 1998: 28). Este proceso, que en el caso del fenómeno feminista está conectado al género como construcción socio-cultural del sexo biológico, remite directamente a esa experiencia radical del tiempo que constituye la raíz simbólica no sólo del mero autorreconocimiento identitario, sino también de las formas de sociabilidad y de las relaciones de poder ligadas a ellas, así como del modo de conocimiento de la realidad que todo colectivo social se da a sí mismo. Desde nuestra racionalidad ‘histórico-narrativa-interpretativa’ (Vattimo, 1996: 59), la temporalidad, fenomenológicamente definida como ‘la interpretación de la realidad con respecto a la diferencia entre el pasado y el futuro’ (Luhmann, 1992: 166), es el medio fundamental desde el que los individuos dan cuenta de manera intersubjetiva de lo que son y/o de lo que quieren llegar a ser. Es el espacio discursivo desde el que se formulan las identidades ideológicas como proyectos sociales concretos. Rafael vidal (parra. 1)

Germaine Greer[7] (2007) la feria de dijo durante la gira promocional de su libro sobre Ann Hathaway, la esposa de Shakespeare que “El más grande no pueden ser discernido por el menor” con lo que quiso decir que para ella escribir sobre un personaje de la talla de Hathaway significaba un reto quizás insuperable[8].

Compartimos esta idea y vemos en Greer una esfinge custodia del atrevimiento, la picardía y la genialidad en la escritura y el pensamiento. Por ello, nos hemos aproximado a la lectura crítica, con formal y académica de dos textos tan importantes como son La mujer eunuco y La mujer completa, con el mayor de los respetos.

La teoría de van Dijk sobre la Ideología nos pareció ideal para guiar nuestra lectura, pues iguala los discursos para la reivindicación social provenientes de las minorías organizadas en grupos ideológicos con el de las clases dominantes.

Si las ideologías que emergen de las clases dominantes y aquellas que nacen en respuesta al dominio, que tienen el fin de enfrentar dicho dominio, de enfrentar el poder, muestran manifestaciones discursivas muy parecidas, entonces Greer tiene razón y la construcción que hemos hecho del concepto de “la naturaleza humana” necesita reformulación (argumento de “Body”, el primer segmento de La mujer eunuco)

En esta doble vuelta, en donde observamos las estrategias del discurso ideológico en los textos de Greer y afirmamos, con la guía de la teoría de van Dijk, que ambos tienen los mismos giros, sólo estamos diciendo que Greer es como cualquiera hija de su tiempo y trabaja con la instrumentos hasta ahora disponibles, no sin señalar y con gran agudeza, que necesitamos nuevas herramientas.

Si las mujeres no reconstruyen su identidad humana, su verdadera naturaleza dentro del imaginario social mundial, no podrán idear un tipo de discurso nuevo. Un discurso menos “masculino” pues será construidos fuera del pensamiento patriarcal.

Al iniciar nuestro estudio nos propusimos tratar de discernir tres elementos básico: ¿Cuáles son los conceptos pilares de la postura ideológica de Greer? Si es que la forma de hilar sus ideas con esa riqueza en giros lexicales y retóricos conlleva una propuesta ideológica; y si la agresividad de su prosa limita o no el alcance de su ideología.

Sentimos que las estrategias para creaar polémica que utiliza Greer son, a pesar de ser muy crudas en ocasiones, no en vano pertenece a ese grupo de feministas apellidado “radical, son también muy seductoras. Si insulta a todos los hombres y a algunas mujeres, lo que en teoría reduce la cifras de lectores plenamente complacidos, también puede despertar en cualquiera emociones lo suficientemente profundas como para meditar con entusiasmo sus tesis y planteamientos. Por esto creemos que lejos de limitar la gama o el número de sus lectores, Greer más bien expande las cifras pues los atrae con una electricidad que produce tanto dolor como placer.

Con la ayuda de este nuevo enfoque de van Dijk en torno a una teoría sobre las ideologías hemos podido seguir uno de los más viejos consejos de guerra en la historia: analizar nuestros mecanismos para la defensa tanto como analizamos las estrategias de nuestros atacantes.

No con esto queremos hacer la menor crítica al trabajo particular de Germaine Greer, hacia ella, y después de estudiar su trabajo, únicamente sentimos agradecimiento. Hay que reaccionar y responder de alguna manera ante un ataque, es un instinto humano de supervivencia, sin resistencia estaríamos perdidos. Pero hay que buscar también esa identidad secuestrada de la mujer por el patriarcado a la que el feminismo contemporáneo tanto alude, pera reestablecer y mejorar la relaciones de género, para subvertir la hegemonía del establishmente. De otro modo, el orificio de la capa de ozono no se restituirá jamás y la hambruna mundial no hará otra cosa que aumentar. Pero para aprender de nuestros propios errores hay que recantar ideas pasadas.

La comparación entre La mujer eunuco y la mujer completa nos hace pensar que el resultado de una recantación (rectificación pública de errores que hemos cometido en nuestro discurso) es un reciclaje. Ella no se rectifica, más bien reinventa, no se retracta, sino que se aumenta, amplia su universo de ideas. Nos defendemos con las armas que nos han maltratado, como si hubiéramos tomado a ciegas del suelo la daga que acaba de herirnos y hubiéramos comenzado a empuñarla sin saber qué exactamente tenemos en las manos, por el dolor de nuestras heridas, que no nos permiten abrir los ojos, y quizás también por el brillo de la espada misma y la más natural ambición humana. Pero la defensa es válida y necesaria. Greer despierta inquietudes sociales que hay que despertar. Una vez en marcha la energía de este despertar, irán emergiendo los cambios estratégicos que necesitamos.

MATERIAL ANALIZADO

Greer, G. (1970/1971). The Female Eunuch. Londrés: Paladin.

Greer, G. (1999/2000). The Whole Woman. New York: Anchor Books

Van Dijk, T (1998/1999). Ideología. Un enfoque interdisciplinario. Trad. cast. de  Lucrecia Berrote de Blanco. Barcelona: Gedisa Editorial.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Amorós, C. (1992). Una cristalización político-social de los ideales ilustrados: los 'Cahiers de doléance, París 1789. (Actas del Seminario Permanente Feminismo e Ilustración, 1988-1992). Madrid: Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense y Dirección General de la Mujer.

Baelen, J. (1973). Flora Tristán: Feminismo y Socialismo en el siglo XIX. Trad. cast. de Charo Ema B. Madrid: Eds. Taurus.

de Beauvoir, S. (1949/1987). El segundo sexo. Buenos Aires: Editorial Siglo XX.

Friedan, B. (1974). La mística de la feminidad. Madrid: Júcar.

Greer, G. (2004) Whitefella Jump Up: The Shortest Way To Nationhood. London: Profile Books.

Greer, G. (2003). The boy. Londres: Thames & Hudson

Greer, G. (2002) Shakespeare: A Very Short Introduction. London: Very Short Introductions series, Oxford University Press.

Greer, G. (2001) One Hundred Poems by Women. London: Faber and Faber, London

Greer, G. (1993) The Change: Women, Aging and the Menopause. The change: Women, aging, and the menopause. Nueva York: A. Knopf.

Greer, G. (1989/1990) Daddy, We Hardly Knew You. New York: A. Knopf.

Greer, G. (1986) The Madwoman's Underclothes: Essays and Occasional Writings. London: Picador.

Greer, G. (1986) Shakespeare. Olondres: Past Masters series, Oxford University Press

Greer, G. (1984/1985) Sex and Destiny: The Politics of Human Fertility. Olympic Marketing Corp

Greer, G. (1980/ 2001) The Obstacle Race: The Fortunes of Women Painters and Their Work. Nueva York: Tauris Parke Paperbacks

Millet, K. (1969). Política sexual. México: Aguilar.

Osborne, S. (2001). Feminism. Herts, Reino Unido: The pocket essentials.

Sarup, M. (1988/1993). An introductory guide to post-structuralism and postmodernism. Georgia, United States: The University of Georgia Press.

REFERENCIAS ELECTRÓNICAS

Alcántara García, E. R. (2004). Discurso. Monografía presentada en la Facultad de Ciencias Empresariales y Sistemas  de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo en Chiclayo, Perú. Extraído el 12 de junio de 2007 de http://www.monografias.com/trabajos21/retorica/retorica.shtml

Another lapsed Catholic and proudly so. Cita de Germaine Greer en el UK Guardian en P. Sweeney (Comp.) weblog Extreme Catholic. Extraído  el 16 de septiembre, 2007 de http://extremecatholic.blogspot.com/2003_11_23_extremecatholic_archive.html

Granadillo, L. (2003). Discurso y subjetividad: la polémica sobre la categoría mujer. Centro de Estudios de la Mujer en la Historia de Latino America, Universidad Autónoma Metropolitana, México, D.F. Extraído el 16 de junio de 2007 de   http://www.rebelion.org/mujer/031224granadillo.htm

de Miguel, A. (2005). Neofeminismo: los años sesenta y setenta [Versión electrónica]. En A. de Miguel, Los feminismos a través de la historia, capítulo 3. Extraído el 20 de mayo, 2007 de http://www.mujeresenred.net/historia-feminismo3.html

de Miguel, A. (2005). El movimiento feminista y la redefinición de la realidad. Conferencia impartida en el Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid, 2005. En Mujeres en red. Extraído el 20 de mayo, 2007 de http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-ana_de_miguel-movimiento_feminista.html

Paglia, C. (1991). Crisis in the American universities. [Extemporaneous talk sponsored by M.I.T.'s Writing Program]. Extraído el 20 de enero, 2007 de http://gos.sbc.edu/p/paglia.html

PNUD. (2005). Mujeres y pobreza. Extraído el 16 de septiembre, 2007 de http://www.teamstoendpoverty.org/wq_pages/es/visages/femmesetpauvrete_detail.php

Varela, N. (2005). El poder. ¿Iguales o quizás no? Feminismo para principiantes, capítulo 7. Madrid: Ediciones B, S.A. Extraído el 22 de noviembre, 2005 de http://www.modemmujer.org/docs/11.262.htm

Varela, N. (2005). ¿Qué es el feminismo? Feminismo para Principiantes, capítulo 1. Madrid: Ediciones B, S.A.. Extraído el 10 de junio de 2007 de http://www.modemmujer.org/docs/11.242.htm

Vidal Jiménez, R. (2000). Discurso feminista y temporalidad: la descomposición postmoderna de las identidades de género. Comunicación presentada en el IX Simposio Internacional de la Asociación Andaluza de Semiótica “Mujer, creación y comunicación”. Sevilla, España. Extraído el 20 de junio, 2007 de http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/dis_femi.html

OTROS TÍTULOS CONSULTADOS

Austin, J. L. (1962/1975). How to do things with words. Cambridge, MA: Harvard University Press. Eds J. O. Urmson y Marina Sbasà.

Barry, K. (1994). Teoría del feminismo radical: política de explotación sexual. En C. Amorós (Comp.), Historia de la teoría feminista. Madrid: Instituto de Investigaciones Feministas UCM / Dirección General de la Mujer.

Benveniste, E. (1966/1971). Problems in general linguistics. Ann Arbor, MI: University of Michigan Press.

Butler, J. (1990). Gender trouble: Feminism and the subversion of identity. Nueva York: Routledge.

Capdevila Gómez, A. (2002). El análisis del nuevo discurso político. Acercamiento metodológico al estudio del discurso persuasivo audiovisual. Tesis Doctoral presentado en el Departamento de Periodismo y de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra, España.

Capdevila Gómez, A. (2004). El discurso persuasivo. España: Universidad de Valencia.

Catton, W. R. (1959). A Theory of Value. En American Sociological Review, Vol. 24, No. 3, 310-317.

Duby, G. & Perrot, M. (1993). Historia de las mujeres. Madrid: Taurus.

Este, A. (1997). Cultura replicante. Barcelona: Gedisa.

Foucault, M. (1969/1999). La arqueología del saber. México: Siglo XXI.

Foucault, M. (1970/1987). El orden del discurso. Barcelona: Tusquets.

Haidar, J. (2006). El campo del análisis del discurso: aportes para el estudio de lo político. Santo Domingo: Fundación Global Democracia y Desarrollo.

Halliday, M.A.K. & Rugaiya H. (1976). Cohesion in English. Londrés: Longman.

Harrison, C. & Wood P. (1992). Art in theory 1900 -1990. Londrés: Blackwell Publishing.

Hartman, R. S. (1959). La estructura del valor: fundamentos de la axiología científica. México : Fondo de Cultura Económica.

Jacobson, R. (1960). Closing Statements. Linguistics and Poetics. En C. Sebeok (Ed.) Style and Language. Cambridge, MA: Massachusetts Institute of Technology Press.

Lacan, Jacques (1936/1985) Más allá del “principio de realidad”. En: Escritos 1.  Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.

Langdon Forhan, K. (2002). The political theory of Christine de Pizan. Women and gender in the early modern world. Londrés: Ashgate Publishing.

Marafioti, R. (2005). Sentidos de la comunicación. Teorías y perspectivas sobre cultura y comunicación. Buenos Aire: Biblos

Pècheux, M. & Ezquerra, M. A. (1978) Hacia el análisis automático del discurso. Madrid: Gredos.

Perelman, C. & Olbrechts-Tyteca, L. (1969). The new rhetoric. A treatise on argumentation. Notre Dame, IL: Notre Dame University.

Puleo, H. (1992). El paradigma renacentista de autonomía (Actas del Seminario Permanente Feminismo e Ilustración). Madrid: Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense de Madrid.

Searle, J. (1969/2001). Actos de habla; ensayo de filosofía del lenguaje. España: Ediciones Cátedra.

The writings of Christine de Pizan. (1994). C. Willard (Comp. & Ed.)  Nueva York: Persea Books

Valcárcel, A. (1986). ¿Es el feminismo una teoría política? Desde el feminismo, No. 1.

Valcárcel, A.  (2000) Rebeldes. Hacia la paridad. Barcelona: Plaza & Janés.

Villoro, L. (1985). El concepto de ideología y otros ensayos. México: FCE.

[1] Este último libro fue publicado en septiembre de 2007 y es una biografía que rescata la imagen de Ann Hathaway, la esposa de Shakespeare.

[2] Rebecca West es el seudónimo Cecily Isabel Fairfield (1892-1983), escritora y periodista irlandesa y militante del movimiento de las sufragistas, autora del libro Cordero negro, halcón gris: viaje al interior de Yugoslavia, publicado en 1941.

[3] El Six Point Group fue fundado en Inglaterra en 1921 por Lady Ronda, hacían campaña por la igualdad para la mujeres en seis planos específicos: el político, occupacional, moral, social, económico y legal.

[4] Rorschach blot es un examen creado por el Dr. Hermann Rorschach in 1921 para evaluar la personalidad., que ha sido empleado para diferenciar el comportamiento psicótico del no-psicótico. Al citarlo de esta forma, pensamos que Greer muy probablemente considera que el test es altamente machista, aunque no encontramos críticas sobre este método que lo acusen de ser sexista o deficiente para la evaluación de mujeres. Se utiliza con frecuencia para evaluar asesinos y criminales, lo que podría significar que estadísticamente sea un examen aplicado con mayor frecuencia a hombres que a mujeres.

[5] Jomo Kenyatta fue Primer Ministro entre 1963 y 1964 y Presidente, entre 1964 y 1978 de Kenia, y es considerado como el padre fundador de esa nación.

[6] “En primer instancia, un estado estático; un trance; un estado en el que la mente sufre un arresto y está estática, o, podría decirse, que perdida; un estado en el que las funciones de los sentidos están suspendidas por la contemplación de un objeto extraordinario o supernatural” (traducción de Rebeca Blackwell)

[7] Edinburgh Festival: Germaine Greer and Michael FraynLast Updated: 12:01am BST 20/08/2007 Dominic Cavendish is alarmed and inspired by intellectual stars at the Books Festival Edinburgh Festival homepage http://www.telegraph.co.uk/arts/main.jhtml?xml=/arts/2007/08/20/bogreer120.xml (parra. 6)

[8] Sólo para ilustrar aún más el estilo retador de la autora, durante ese mismo encuentro literario la autora dijo sobre la princesa Diana, pues prepara un artículo sobre ella para que “el haber hecho un desastre del hecho de ser princesa no era mayor cosa, pero que haber destruido su propia vida después, sí requirió un esfuerzo mayor” por lo que agregó “tendré que invertir en un chaleco antibalas”.


Escrito por

Rebeca Blackwell

Socióloga y cuentista, estudiosa de las modas ideológicas, las justificaciones de la injusticia y las caracterizaciones culturales del amor.


Publicado en

Novedades cognitivas: por los derechos de todos, aunque mal paguen

Análisis semanal bilingüe del "otro generalizado"